La humillante eliminación de Brasil ante Alemania (1-7) en el Mundial de fútbol ha provocado muchos incidentes en las últimas horas en diferentes ciudades del país

Una persona ha muerto en Río de Janeiro durante un tiroteo entre la Policía Militar y dos personas que han incendiado un autobús, en medio de los disturbios que ha habido tras la derrota de la selección brasileña ante la alemana (1-7) en el Mundial que está organizando el país. La frustración de los aficionados ha desencadenado actos de vandalismo, con asaltos, peleas y el incendio de autobuses. En Belo Horizonte, donde se ha disputado el partido, ha habido muchas peleas en la calle, que han acabado con doce detenidos. Dentro del estadio, la policía expulsó a espectadores que intentaban destruir sillas y otros objetos del recinto.

En Sao Paulo ha habido una oleada de violencia. Unos desconocidos han quemado una veintena de autobuses de un garaje media hora después de terminar el partido. En Salvador de Bahía, la FanFest de la FIFA, que reunía a 50.000 espectadores, se ha tenido que suspender por un intento de asalto colectivo. Los agentes han detenido a cinco personas. También ha habido disturbios en ciudades como Curitiba, Recife o la misma playa de Copacabana, en Río de Janeiro, donde la policía ha arrestado a tres personas por incidentes relacionados con la eliminación de la selección brasileña.