Tras el 'no' de Antoine Griezmann a fichar por el FC Barcelona, la dirección deportiva azulgrana ha decidido llevar sus prioridades a la contratación de un centrocampista de nivel contrastado. La delantera está bien cubierta con jugadores como Leo Messi, Luis Suárez o Ousmane Dembélé, por lo que ahora urge un jugador con un perfil de juego que se adapte al Barça en la medular.

Las aspiraciones del FC Barcelona son altas: jugadores como Thiago Alcántara, Adrien Rabiot, Christian Eriksen o Miralem Pjanic son los nombres que entran en las quinielas. Pese a que algunos de ellos ya han mostrado su interés en vestir como azulgranas -como en el caso del hispanobrasileño o del bosnio- el Barça se podría encontrar con un obstáculo importante.

Este escollo sería muy parecido al que el FC Barcelona ya sufrió la temporada pasada con los fichajes de Ousmane Dembélé y de Philippe Coutinho: los clubes vendedores saben que el club azulgrana dispone de una alta cantidad de dinero para reforzar el equipo y estirarán al máximo sus pretensiones para sacar precios por encima del mercado por sus jugadores.

El caso es muy parecido al de la temporada pasada por la venta de Neymar: Borussia Dortmund y Liverpool sabían que el Barça acababa de cobrar 222 millones de euros de la cláusula de rescisión del brasileño y acabaron sacando más dinero que lo que dictaba el precio de mercado: 105 millones de euros por Dembélé -que la temporada anterior tenía un precio de 20- y 120 por Coutinho.

En el caso de esta temporada, los clubes saben que el Barça dispone de 100 millones que no se han gastado en el fichaje de Antoine Griezmann, una cantidad menos importante de la que en su día se ingresó por Neymar pero suficiente para estirar el precio de una posible venta. Un escollo importante que pondrá a prueba la capacidad de negociar de Éric Abidal y Ramon Planes.

El Barça quiere a un jugador contrastado

Las prioridades del FC Barcelona son muy claras desde la negativa de Griezmann y ya no es ningún secreto que la posición de centrocampista es una de las que el club azulgrana quiere reforzar. La marcha de Andrés Iniesta sumada a la más que probable de André Gomes obligarán a la dirección deportiva a tomar cartas en el asunto para apuntalar la medular azulgrana.