El periodista de 'MD', Francesc Aguilar, redactó una nota en la que puso en duda que Arda Turan sea el refuerzo que necesita el FC Barcelona para el centro del campo de cara a esta temporada 2015-16. Se basa en que Robert Fernández aún no era el secretario técnico

Tickets - Entradas FC Barcelona vs Rayo - Liga J8
Tickets - Entradas Rayo vs FC Barcelona - Liga J27
Tickets - Entradas para todos los partidos del FC Barcelona

El periodista del diario 'Mundo Deportivo', Francesc Aguilar, sorprendió este martes publicando un artículo en el que ponía en duda que el FC Barcelona hubiera actuado con suficiente criterio y planificación a la hora de realizar los fichajes de Arda Turan y Aleix Vidal, que pese a haber sido pedidos en teoría por Luis Enrique de cara a esta temporada 2015-16 no fueron consensuados con el actual secretario técnico del club azulgrana, Robert Fernández, que fue anunciado por la directiva de Josep Maria Bartomeu para el cargo justo después de las elecciones a la presidencia, cuando los dos futbolistas ya estaban fichados y eran a todos los efectos jugadores del Barça.

Arda Turan y Aleix Vidal todavía no han tenido la oportunidad de demostrar su valía con la camiseta azulgrana debido a la sanción de la FIFA y todo parece indicar que no podrán hacerlo hasta el 4 de enero de 2016, pero aun así en la prensa catalana ya se les cuestiona.

Y no por rendimiento -como decimos, aún no han jugado-, sino por considerar que el hecho de que no hayan sido fichajes pactados entre Luis Enrique y la figura del secretario técnico, Robert Fernández, podría provocar que la entidad culé se hubiera equivocado al escoger a los hombres no necesarios para desempeñar sus funciones en el Barça.

En cualquier caso, ¿acaso no se fichó a otros jugadores a lo largo de los últimos tiempos en el FC Barcelona que sí fueron pactados y no rindieron? Véanse los casos de Hleb, Chygrynskiy, Martín Cáceres, Alex Song o sin ir más lejos Douglas Pereira. En este sentido, quizá lo mejor sea primero dar a Aleix Vidal y Arda Turan la oportunidad que se merecen antes de cuestionar su llegada a un club en el que la afición les ha recibido con los brazos abiertos, consciente de la calidad que guardan en sus botas. Y la afición, soberana, casi nunca se equivoca.