Tras completar la plantilla para este curso y perfilar una necesaria operación salida, el FC Barcelona ya planifica sus apuestas de futuro, y hay una de ellas que está marcada como prioritaria. Tras los contactos de los últimos meses, y aunque finalmente llegó Philippe Coutinho, los catalanes no pierden de vista a Arthur.

El centrocampista del Grémio de Porto Alegre sigue en lo más alto de la lista de prioridades después del intercambio de piropos y el episodio de la camiseta vividos hace pocos meses, y los avances realizados recientemente pueden acabar pintando su futuro de azulgrana. La mayor baza a favor de los culés es que el propio jugador sólo piensa en triunfar en el Camp Nou, un hecho que puede decantar las negociaciones y que ayudará de cara a esquivar posibles competidores.

De momento, la estrategia es clara, ya que en la Ciudad Condal no quieren acercarse a los 50 millones de euros que se piden por un futbolista con mucho talento pero con 21 años y sin confirmar en Europa. Los culés están dispuestos a ofertar entre 25 y 30 millones, añadiendo además la posibilidad de cederle un año a su actual club, una opción que no disgustaría para nada a los brasileños.

Doble asunto

La cuestión es que el Barça tiene dos frentes a resolver para confirmar la llegada de Arthur, siendo el primero de ellos su acuerdo con el Grémio. Más allá de las negociaciones, debe solventar el problema con los cupos para jugadores extracomunitarios, dado que por ahora Paulinho, Philippe Coutinho y Yerry mina bloquean cualquier posibilidad de incorporar al de Goiania. Sólo con el paso de los meses podrán abordar este último asunto, por lo que tiene algo de margen para ir trabajando. Eso sí, no se puede despistar.