El Clásico en las semifinales de la Supercopa dejó varias sensaciones para el FC Barcelona. Los culés se mostraron superiores en la mayoría de los tramos del partido, aunque su solidez ofensiva sigue siendo el tema más criticado. Sin embargo, también quedó expuesta una parte de la zaga, quien en esta etapa de reconstrucción de Xavi Hernández necesita atención si quiere conseguir una correcta transición entre sus jugadores.

El lateral izquierdo es una de ellas. La presencia de Jordi Alba es indiscutible, pero sus altibajos defensivos fueron una de las causas de los constantes contragolpes del Real Madrid el pasado miércoles. Además, no sólo frente al eterno rival, sino en varios de los partidos de la primera mitad de temporada. El caso es que dentro de la plantilla, la banda izquierda parece tener un dueño absoluto, sin nadie que ofrezca competencia.

Es por esto que Álex Grimaldo se ha presentado como una opción interesante para el conjunto blaugrana. El zaguero ha mostrado la capacidad tanto defensiva como en su proyección en ataque para solventar las dudas que presenta el Barça en el carril izquierdo. No obstante, aunque su contrato finalice en verano del 2023, el Benfica, quien es dueño de su ficha, se siente cómodo con los servicios del jugador, por lo que no se ha planteado su salida.

El pasado del valenciano por las inferiores del cuadro azulgrana podría favorecer su voluntad para aterrizar nuevamente en Catalunya, aunque en base a una información proporcionada por el diario luso 'O Jogo', el futbolista aún no tendría una oferta formal de ningún club, por lo que las negociaciones para firmar nuevo contrato en Portugal podrían estar por comenzar. Por el momento, no parece ser un objetivo prioritario para Joan Laporta, a pesar de ello, el jugador no tiene prisa y no ha descartado la posibilidad de retornar a la institución donde se formó.

Recambio generacional

Si bien ya existe un recambio importante en muchas de las zonas de la plantilla con la explosión de nuevo jugadores del filial, lo cierto es que los laterales son una necesidad. Dani Alves llegó esta temporada para brindar algo de 'oxígeno' a Xavi, aunque por eso el brasileño no deja de tener 38 años. Por su parte, Jordi Alba ya tiene 32, y aun cuando sus desbordes en ataques son importantes, hay muchas actitudes defensivas para el olvido. La importancia de encontrar un nuevo zaguero es una prioridad para la directiva barcelonista, quien ya ha tenido varios nombres en su órbita, y ahora es Grimaldo, con quien ya tienen historia, el que se agrega a la lista.