La temporada 2019-20 ya asoma en el horizonte, y el FC Barcelona tiene muchos deberes pendientes. En la Ciudad Condal se espera una reforma de la plantilla para responder a una temporada con demasiados altibajos, y para preparar un futuro que en unos años se alejará de la mejor generación de futbolistas de la historia del club.

Este sábado, Josep Maria Bartomeu se puso ante los medios de comunicación para celebrar la victoria de la sección de fútbol sala, que certificó el título de Liga tras superar en el play-off por el título a El Pozo Murcia. El dirigente agradeció la entrega de una afición que llenó el Palau y confirmó que la intención es mantener la ambición en esta parcela, un sentimiento que se extiende igualmente al resto de apartados de la entidad.

Cuestionado directamente por el primer equipo de fútbol, el presidente lanzó un discurso que de nuevo aplicó a todas las secciones, y reclamó algo de paciencia a los seguidores culés que ya desean ver algunos cambios reales en el vestuario. Aunque no lo mencionó directamente, se refirió a la planificación de fichajes: "Será un verano largo. Nuestro objetivo va a ser tener un equipo más competitivo que el de la temporada pasada".

"Tenemos grandes profesionales en la secretaría técnica que están trabajando en ello. Queremos construir un equipo que opte a ganarlo todo", recalcó. A pesar de que se conquistaron la Supercopa de España y LaLiga, hubo de nuevo decepción mayúscula con una sorprendente derrota en las semifinales de la Champions, y la situación se agravó con una plantilla 'rota' moralmente que no pudo reaccionar en la Copa del Rey.

Pese a que el proyecto del Barça ya está consolidado, estos contratiempos han abierto la puerta a algunas modificaciones, que se producirán a lo largo de los próximos meses. La lista de altas y bajas que manejan los responsables deportivos es extensa, y tiene como objetivo mejorar una plantilla que deba añadir calidad para el presente y para el futuro.

El Barça pide paciencia ante la efervescencia del Real Madrid

La calma del Barça contrasta con las prisas del Real Madrid, que ha generado mucha ilusión a base de incorporaciones. Aunque los catalanes no pueden descuidar sus obligaciones, lo cierto es que la reacción 'merengue' se debe a un fracaso estrepitoso en la campaña 2018-19, que puso a Florentino Pérez entre la espada y la pared y precipitó una revolución en el Santiago Bernabéu. En el Camp Nou, por suerte, las necesidades no son tan urgentes.