Una de las pesadillas de Pep Guardiola hace unas semanas en octavos de Champions League, Bernardo Silva, podría no haberlo sido si el FC Barcelona se hubiese decidido hace menos de siete meses. El nombre del centrocampista portugués comienza a acaparar titulares en media Europa, y a convertirse en uno de los objetivos de los grandes del continente para reforzar sus respectivas plantillas de cara a la próxima estación.

La joven promesa lusa se ha erigido como una de las grandes estrellas del Mónaco, y la dirección deportiva azulgrana se debatió el pasado verano en si hacerse con sus servicios o bien esperar. Ahora, con su cotización disparada, parece que ya es tarde para los culés.

Tal y como reveló hace unas semanas el periodista Francesc Aguilar, Bernardo Silva era el elegido por el Barcelona en caso de que Arda Turan hubiera aceptado la oferta millonaria que le llegó desde China en los últimos días del pasado mercado. El portugués estaba encantado en llegar al Camp Nou, como así lo hizo saber su representante Jorge Mendes, quien lo ofreció por esas fechas.

Bernardo Silva, del Benfica al Mónaco

Formado en el fútbol portugués, cuna de grandísimos talentos, Bernardo Silva dio sus primeros pasos en el Benfica. Con los lisboetas destacó y el AS Mónaco, que fue más rápido que el "scouting" azulgrana, se lo llevó en la 2014-2015, cuando apenas tenía diecinueve años.

Desde entonces no ha parado de crecer en el Principado. Allí se ha hecho con un nombre, forjando un liderazgo que amenaza a los grandes de Europa en esta Champions. Un interior diestro con libertad para hacer lo que le da la gana, habilidoso y con un disparo mortal. Su polivalencia le hace candidato también a ocupar el interior zurdo del equipo, donde juega con Portugal. Este curso ya ha firmado grandes actuaciones, y espera seguir haciéndolo tanto en Ligue 1 como en Champions League.