Luis Enrique dejó de ser entrenador del FC Barcelona la pasada temporada para tomarse un año sabático y descansar. Sin embargo, podría volver a los banquillos si encuentra un proyecto que le motive. Arsenal y Chelsea eran dos firmes candidatos a hacerse con sus servicios, pero parece que son dos vías que ya no serán posibles.

Según las informaciones publicadas por Marca, ambos clubes de la Premier League acabaron descartando al técnico asturiano al poco de iniciar las negociaciones por la actitud mostrada por el ex azulgrana. En el Chelsea habrían destacado una postura "arrogante" de Luis Enrique que habría acabado con las negociaciones.

No muy distinto habría sido lo sucedido con el Arsenal. dichas informaciones señalan que en el club gunner no gustó nada el tono empleado por Luis Enrique en las negociaciones, así como las exigencias del asturiano para acabar sentándose en el banquillo ocupado por Arsène Wenger durante más de dos décadas.

Otra de las opciones que se le cerraron a Luis Enrique fue la de entrenar al Paris Saint-Germain tras la destitución de Unai Emery. El ex azulgrana era uno de los favoritos según los medios franceses, pero finalmente los dueños cataríes del club galo apostaron por Thomas Tuchel, que triunfó con su fútbol en el Borussia Dortmund hace algo más de un año.

Luis Enrique demostró en el Barça de qué es capaz

Fuentes cercanas a Luis Enrique desvelaron hace unas semanas que el técnico asturiano tenía varias opciones para elegir. No es para menos, dada su exitosa andadura en el FC Barcelona, donde consiguió sumar nueve de los 12 títulos que llegó a disputar, incluyendo una Champions League. Unas cifras que lo sitúan entre los mejores de la historia del club azulgrana.

Los requisitos de Luis Enrique para volver a entrenar son claros: quiere encontrar a un club que apueste por un proyecto ganador y que esté situado en una ciudad donde el técnico asturiano y su familia puedan sentirse a gusto. Parece que las exigencias del técnico están tumbando varias opciones en equipos grandes, pero no hay lugar a dudas de que está capacitado para dirigir a cualquier 'grande'.