El FC Barcelona no se ha rendido y va a intentar fichar a Neymar hasta el último día de mercado. Los culés, de hecho, tenían programada una reunión en París para este mismo martes con el PSG. De esta reunión dependerán las opciones que van a tener los azulgranas de cerrar el fichaje del delantero brasileño.

Si Josep Maria Bartomeu ha organizado esta reunión es porque este fin de semana pasado mantuvo una conversación con Nasser Al-Khelaïfi que le ha hecho tomar la decisión de hacer un último gran intento. El diario Mundo Deportivo informa que ambos presidentes charlaron por teléfono sobre el posible traspaso de Neymar al Barça.

El máximo mandatario del conjunto barcelonista informó al presidente del Paris Saint-Germain que el Barcelona va a intentar fichar a Neymar y que hará una oferta más para intentar convencerle. A pesar de la charla, las sensaciones del Barça no son buenas y siguen pensando que el fichaje es tremendamente complicado por la postura del PSG.

Los galos siguen pidiendo demasiado dinero, además de jugadores, y el Barça no está dispuesto a dar tanto. Pero los culés quieren intentarlo hasta el final y es por eso por lo que después de la conversación, Bartomeu organizó reuniones con diversos cargos para organizar la reunión con el PSG de este martes.

Òscar Grau, CEO del Barça, Éric Abidal, secretario técnico, y Javier Bordas, directivo, son los hombres que han viajado a París para esta reunión. La idea es desbloquear el fichaje del ex del Santos con una oferta de 170 millones de euros después de un año de cesión. Está por ver si el PSG accede a esta propuesta después de rechazar unilateralmente todas las cesiones que había propuesto el Barça hasta entonces.

Neymar presiona al PSG

Aunque Neymar no ha querido salir públicamente para hablar y dejar claro que se quiere ir del PSG para jugar en el Barça, parece que el brasileño sí está presionando de puertas para dentro. El ex del FC Barcelona está intentando presionar a los parisinos para que escuchen la oferta azulgrana y la acepten. Está por ver si los galos atienden a las peticiones del 'crack'.