La carrera deportiva de Robert Lewandowski pudo haber sido muy diferente a la que es ahora. Día tras día demuestra que es uno de los futbolistas más importantes de los últimos 12 años y que su huella quedará en la historia del balompié mundial como uno de los goleadores más efectivos nunca antes visto. Sin embargo, todo este legado comenzó con un hecho fortuito terminó beneficiando al polaco.

'Lewy' estuvo muy cerca de firmar por el Blackburn Rovers de la Premier League en 2010, cuando todavía era jugador del Lech Poznan. Las negociaciones entre su agente y el club inglés estaban muy avanzadas, por lo que se acordó una visita a las instalaciones del conjunto blanquiazul para terminar de resolver los últimos flecos de su nuevo contrato profesional.

A pesar de que todo marchaba 'viento en popa', el volcán islandés Eyjafallajökul entró en erupción días antes del día en el que el vuelo estaba pautado, lo que retrasó la operación debido a que el tráfico aéreo se detuvo en toda Europa durante varias semanas. Así las cosas, el '9' no viajó a Inglaterra y posteriormente sus opciones de recalar en Ewood Park quedaran descartadas.

Esto permitió que Lewandowski diera el salto al fútbol alemán de la mano del Borussia Dortmund, donde disputó cuatro temporadas que le convertirían en uno de los jugadores con mayor proyección del momento. En 2014 el Bayern Múnich le abrió sus puertas y fue el Allianz Arena quien le permitiría sentarse en la misma mesa que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Presente culé

A sus 34 años, el internacional con Polonia tomó la decisión de afrontar un nuevo reto en el FC Barcelona tras ocho años en la disciplina bávara. En sus primeros ocho partidos oficiales como azulgrana ha marcado en 11 ocasiones y ha repartido dos asistencias, lo que le conceden el mejor registro goleador de toda Europa con un promedio de gol cada 59' minutos de juego. Quién sabe que habría pasado con él si hubiese firmado por un club que terminaría perdiendo la categoría en 2012.