Ya no es ningún secreto, a estas alturas y tras el temporadón que está completando en las filas de la Juventus de Turín, que Paulo Dybala es y será durante muchos años un delantero a tener en cuenta en el panorama futbolístico europeo. También es sabido por muchos, además, que Dybala ha profesado desde siempre una gran admiración hacia Leo Messi, a quien considera su ídolo de la infancia.

En este sentido, ha asegurado en una entrevista concedida a "Il Corriere Della Sera" que estaría encantado con poder jugar algún día al lado del astro argentino del FC Barcelona en la Juventus de Turín. "Messi es mi ídolo, hace cosas que nadie puede hacer. (...) Dado que Ronaldinho ya no juega quisiera a Messi en la Juventus", afirma Dybala, que tiene una clara vena azulgrana y ha sonado en más de una ocasión para el club entrenado por Luis Enrique, a pesar de que la Juventus se adelantó al fichaje cuando militaba en el Palermo.

Dybala, además, está de acuerdo con Paul Pogba en que Cristiano Ronaldo no marcaría tantos goles si jugara en un equipo de la Serie A, dado que el fútbol italiano es más táctico y defensivo que el de otras competiciones. "Estoy un poco de acuerdo con Pogba. Quizás el campeonato italiano no sea el más bonito de ver pero es el más difícil para jugar porque es muy táctico".

A sus 22 años, le han preguntado también por Diego Armando Maradona y por su "mano de Dios" que dio un Mundial a Argentina. Dybala ha hecho hincapié en la picaresca de Maradona, más en que si fue o no una injusticia que su gol subiera al marcador en aquella final del Mundial de 1986 contra Inglaterra. "No sé si es correcto llamarlo incorrecto. El fútbol es así: si uno se tira al suelo y el árbitro pita falta el mérito es del futbolista. Maradona fue más listo que los 50.000 espectadores que estaban en el estadio".

Dybala quiere jugar muchos años más en Europa. "Está claro que puedo dar aún más. A mis 22 años todavía no tengo la experiencia de un futbolista como (Carlos) Tévez. Jugar aquí, en Europa, me ayudará mucho. Si te conformas no creces y en el fútbol no hay límites", asegura. Y afirma que siempre ha tenido presión, pero que ahora es feliz. "Siempre tuve presión. Mi ficha siempre se ha pagado mucho. Estoy feliz de que ya no se hable de que he costado cuarenta millones, el dinero no juega al fútbol".