El mercado de fichajes del verano 2019 será intenso para el FC Barcelona, que tiene varias decisiones importantes que tomar. Los catalanes pretenden realizar algunas incorporaciones para mejorar el nivel de su plantilla, pero además deberán organizar la operación salida y aparcar las especulaciones que rodean a algunas de sus grandes estrellas.

Uno de los casos que está sobre la mesa es del Philippe Coutinho, que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del club en enero de 2018 y ahora está envuelto en dudas. Aunque sus primeros meses en el Camp Nou fueron ilusionantes, el ex del Liverpool ha ido a menos con el paso de los partidos, lo que obligará a otra reunión con técnicos y directivos en la que se busquen soluciones a sus problemas.

De momento, según informa 'Mundo Deportivo', los azulgrana no cuentan con ofertas en firme por el carioca, que aterrizó con precio y salario de crack en la Ciudad Condal y tiene contrato hasta 2023. Costó 120 millones de euros y 40 en variables -de los que ya se han abonado 15- y su cláusula de rescisión asciende a 400 'kilos', y estas cantidades echan para atrás a los posibles compradores.

En caso de que finalmente se optara por un traspaso, la intención sería no perder dinero, por lo que el listón se colocaría por encima de los 100 millones. Hoy por hoy, la única posibilidad para entrar en una negociación con estas exigencias sería que el joven realizara una gran Copa América con Brasil, o que alguno de sus pretendientes realizara una locura para satisfacer sus propias necesidades.

El Barça sabe que Coutinho tiene 'novias' muy potentes, pero también que estas quieren jugar la batalla del tiempo. PSG, Manchester United o Chelsea, algunos de los que observan de reojo al atacante, prefieren resolver sus propios problemas antes de llamar a los despachos barcelonistas, porque entienden que cuantos menos días queden para el inicio de la nueva temporada, más urgencias podrían tener los culés.

El Barça se debate entre venta y oportunidad para Coutinho

Coutinho ha entrado ahora en una situación similar a la de Ousmane Dembélé, que explotó finalmente cuando se vio amenazado por un traspaso. El francés no acababa de encajar deportivamente y existía preocupación por su comportamiento lejos de los terrenos de juego, pero cambió el chip y empezó a brillar partido tras partido. Ahora, el debate en el Barça es qué hacer con el brasileño, si apostar por separar caminos de inmediato o concederle una última oportunidad. Pase lo que pase, habrá un riesgo notable que asumir.