El fichaje de Samuel Umtiti por el FC Barcelona no se debe única y exclusivamente a los méritos deportivos demostrados en el Olympique de Lyon en las últimas cinco temporadas. El conjunto azulgrana realizó una importante criba y corte para cerciorarse de que el fichaje del zaguero galo era el adecuado para la entidad blaugrana.

Según desvela este jueves "MD", Umtiti fue controlado tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. El club quería conocer de primera mano su forma de ser, su comportamiento con otros equipos, su liderazgo en el vestuario y si lograría encajar en un equipo como el Barça, donde los líderes son claros y hay que ser uno más. Y parece ser que sí.

Estos informes se recabaron conociendo información con otros compañeros, con el propio club francés y la familia del jugador. A Can Barça había llegado el conocimiento de un carácter fuerte por parte del jugador, que tendría tendencia a frustrarse en determinadas ocasiones. Algo que ya hace años controla y que sólo era fruto de su inmadurez cuando dio el salto al primer equipo.

Esas eran las únicas dudas de Robert Fernández y sus muchachos, pues sobre el verde ya lo habían visto en multitud de ocasiones y se habían quedado prendados de su calidad y forma de actuar. Su potente forma física, su habilidad para salir con el balón jugado desde atrás, su fortaleza en el juego aéreo y su edad (22 años) le hicieron en el central perfecto para suplir a Marc Bartra e incluso a Thomas Vermaelen, que podría dejar el club muy pronto.