Hoy puede ser un día importante en París. El PSG arranca la pretemporada y, salvo sorpresa, lo hará con Marco Verratti como un jugador más. El italiano no quiere exponerse a una multa e intentará optar por la vía del diálogo, trasladándole personalmente a Unai Emery y al jeque su intención de abandonar el club rumbo a Barcelona.

Verratti lleva todo el verano dejando muy clara su postura y ha esperado un movimiento del PSG para escuchar el interés azulgrana, pero de momento no se ha producido. Es por ello que ahora, y antes de que arranque la gira por Estados Unidos, el centrocampista quiere cerrar su fichaje por el Barça.

En "Mundo Deportivo" recuerdan y ponen como ejemplo a Javier Mascherano de lo que podría hacer Verratti. Tensar la cuerda al máximo y forzar el traspaso. En su momento, Mascherano no fue al aeropuerto y mandó un doble mensaje: uno a la directiva del Liverpool y otro a la afición del Barça. A unos les pedía libertad para elegir su futuro y a otros les enseñaba su compromiso y sus ganas de jugar en el Camp Nou.

Aquel culebrón no fue en absoluto sencillo y se alargó varias semanas, pero el tiempo ha dado la razón al argentino, y también al Barça por persistir. Quizás esa sea una buena opción para que Verratti tense definitivamente la cuerda y pueda cumplir su sueño de jugar al lado de Leo Messi el próximo curso.

Sin comisarios a París

El Barça, de momento, sigue mirando los toros desde la barrera. No enviará a ningún representante del club a París para negociar. Se espera que Verratti dé un paso cara a cara y comunique al PSG su voluntad de irse. Si los mandatarios son propensos a las negociaciones, entonces sí empezarán las conversaciones.