El mercado de fichajes del verano 2019 cuenta con varias estrellas a punto de cambiar de aires, y una de ellas es Antoine Griezmann. Tras cinco años defendiendo los colores del Atlético de Madrid, el futbolista de Macon aseguró recientemente que pronto cerrará una etapa en el Wanda Metropolitano, y muchos aseguran que su próximo destino será el FC Barcelona.

No son pocos los condicionantes extradeportivos que acompañan al galo, pero entre los argumentos futbolísticos, sin duda está el gol. Falta saber, si acaba vistiendo de azulgrana, cómo se adaptará al exigente esquema barcelonista, pero la pólvora le ha acompañado en una etapa en la capital en la que ha confirmado que si se trata de reforzar la delantera, los catalanes podrían hacerse con un experto anotador.

El francés se ha apuntado 133 tantos en 257 compromisos como rojiblanco, lo que se traduce en un gol cada dos partidos (su media es de 0,51 goles por encuentro). Además, completa sus estadísticas con 50 asistencias en el mismo periodo, y con 30 dianas más en sus 73 participaciones con la selección absoluta de su país, con la que incluso se ha proclamado campeón del mundo.

Sus medias aportan datos interesantes para los culés, interesados en respaldar a referentes como Leo Messi y Luis Suárez. El argentino y el uruguayo llevan tiempo liderando el balance goleador del vestuario, y para complementar a cracks como Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho, con otras características algo distintas, podría llegar un punta que como 'colchonero' promedia 26 goles por temporada.

Además, hay una cuestión que muchos expertos consideran clave, y es que el perfil del Atlético es mucho más defensivo que el del Barça. Esto implica que con compañeros como el de Rosario a su lado, Griezmann podría ver aumentadas sus cifras, pero también que tendrá que acostumbrarse a compartir protagonismo y a no ser la principal opción en ataque.

Griezmann tiene en su mano hacerse un sitio en el Barça

La posible llegada de Griezmann al Barça es una alternativa de mucho nivel, pero no está exenta de obstáculos. El internacional deberá aparcar todas las dudas que genera su contratación con rendimiento sobre el terreno de juego, en un entorno que apunta a ser muy favorable para sus condiciones pero en el que deberá luchar contra varias amenazas. La exigencia la maneja con soltura, pero el Camp Nou no perdona y habrá que ver si tiene un sitio claro en el que su posición no está tan clara como en el Atlético.