Hace tiempo que Florentino Pérez lo tiene en mente y puede que sea este verano cuando le aseste la puñalada más trapera a su rival de ciudad, el Atlético de Madrid. Y es que el Real Madrid tiene pensado pagar los 60 millones de euros que José María Giménez tiene de cláusula de rescisión para hacerse con sus servicios. Una acción que provocaría una auténtica guerra en la capital de España.

Aunque habría que esperar a ver si el jugador uruguayo aceptaría la oferta o no, la entidad del Manzanares espera sólo el acercamiento merengue hacia uno de sus jugadores para romper oficialmente relaciones con el equipo de Concha Espina. Una acción que, por otra parte, tampoco dejaría en muy buena situación a ese famoso "señorío" del que tanto presumen los blancos (y del que tanto adolecen).

La llegada de Giménez sería para tratar de socavar los graves problemas defensivos del equipo en los últimos tiempos. Con un Pepe que a sus 33 años ya no está ni para pasodobles, el capitán Sergio Ramos apunta a salir del conjunto blanco este próximo mercado. Su rendimiento ha bajado considerablemente y Florentino podría venderlo sin contemplación.

Eso dejaría al Madrid con Raphael Varane como único defensor de garantía, y dado sus problemas musculares, el equipo merengue tendrá que reforzarse. También está el canterano Nacho que, si no hay un cambio de última hora, también podría hacer las maletas para salir del Bernabéu.