Hace ya unos años que las relaciones entre FC Barcelona y PSG están rotas, pero los contactos entre ambos clubes se suceden en cada mercado de fichajes. En el último, el del verano 2018, fueron los catalanes los que tendieron la mano para una negociación por Adrien Rabiot, pero los franceses se negaron repetidamente y al final optaron por una habitual respuesta de última hora y con malas intenciones.

Aprovechando la incorporación de Éric Abidal, el conjunto azulgrana intentó entablar una conversación respetuosa con los 'bleus', que cerraron la puerta a un jugador al que a día de hoy aún intentan renovar. En sus planes no se contemplaba la opción de vender al de Saint-Maurice en la ventana estival, porque pese a las tensiones con Antero Henrique, Nasser Al-Khelaïfi no pierde la esperanza de amarrar su continuidad.

Así, todas las propuestas de los culés cayeron en saco roto, hasta que en las últimas semanas antes del cierre, las noticias empezaron a cambiar de dirección. Pese a que se mantenía el interés barcelonista, también empezó a crecer el de los parisinos, que apuntaron a Sergio Busquets e Ivan Rakitic, dos piezas indispensables en el Camp Nou por las que, obviamente, no hubo ni reunión.

En la operación para incorporar al de Badia, el PSG sí estaba dispuesto a incluir a Rabiot, como manera de descontar millones de una cláusula de rescisión que entonces ascendía a 200 'kilos'. Como no se aceptó su reacción, miraron al croata, que parecía algo más asequible con un precio de salida de 125 millones. De nuevo, el futbolista dijo 'no', y el capítulo se cerró para evitar otro culebrón como el de Neymar.

Rabiot es el gran objetivo de los grandes de Europa

Tras superar el primer mercado sin consecuencias, el PSG se enfrenta a las dos últimas reválidas por Rabiot, que acaba contrato en junio de 2019. Sin en los próximos meses no logra la firma del joven o se decide a darle salida en enero, lo perderá sin percibir un euro, porque a partir, precisamente, del primer día del nuevo año, podrá negociar libremente su incorporación a cualquier club.

El FC Barcelona parece llevar ventaja en su fichaje, pero no es el único en la puja y debe tener cuidado con la competencia. Rivales tan potentes como la Juventus, el Manchester City o el United también han llamado a la puerta del centrocampista, que tiene una larga lista de pretendientes y la posibilidad de escoger su destino.