El FC Barcelona ha perdido la posibilidad de hacerse con uno de los jugadores más prometedores en defensa a nivel europeo: Thilo Kehrer. El Paris Saint-Germain ha pagado al Schalke 04, su ya ex equipo, 37 millones de euros para hacerse con el que está destinado a ser el relevo de Thiago Silva en el equipo parisino.
Hay que recordar que la secretaría técnica del FC Barcelona iba tras los pasos de Kehrer e incluso Eric Abidal comentó hace unas semanas, durante una entrevista en Esport 3, que le encantaba el central alemán. Se trata de un jugador muy polivalente que puede ocupar la posición de central pero que también puede actuar como lateral, tanto por la banda izquierda como en la derecha.
Kehrer tiene 21 años, mide 186 centímetros y es internacional en las categorías inferiores de la selección de Alemania. Su gran rendimiento le convirtió en el central revelación de la Bundesliga. Su precio no se ha disparado demasiado ya que su contrato con el Schalke terminaba en 2019 y no mostraba intención de renovar.
Pese a que el objetivo del FC Barcelona en defensa siempre fue Clément Lenglet, -por el que se pagaron 36 millones de euros al Sevilla, uno menos del precio de Kehrer- la dirección deportiva no perdía de vista al reciente fichaje del Paris Saint-Germain. Incluso algunas informaciones apuntaban al Real Madrid como otro de los clubes que habían preguntado por el jugador.
No obstante, todo fue en vano, ya que el Paris Saint-Germain fue el que se llevó el jugador, algo que el Schalke 04 anunció mediante un comunicado del director deportivo del club germano, Christian Heidel: "Hemos llegado a un acuerdo con el PSG. El traspaso alcanza una dimensión económica que el Schañke 04 no puede rechazar".
Competencia en el PSG
La decisión de Kehrer choca bastante y más teniendo en cuenta la cantidad de centrales de primer nivel que tiene el Paris Saint-Germain y que le pondrán las cosas muy complicadas para jugar. El alemán parte como cuarto central por detrás de Thiago Silva, Marquinhos y Presnel Kimpembe, aunque el técnico Thomas Tuchel, que también es germano, confía en las posibilidades del joven zaguero.