El nombre de Enzo Fernández, talentoso centrocampista de 23 años, había estado sonando recientemente en la Ciudad Condal. ¿El motivo? Una supuesta intención de abandonar el Chelsea FC, cuadro al que llegó en el mercado invernal de 2023 procedente del SL Benfica, debido a la actualidad deportiva tambaleante del combinado londinense. No obstante, parece que estos rumores no son más que eso, rumores.

Enzo Fernández 'zanjó' los rumores sobre su salida del Chelsea

El propio Fernández ha salido a desmentir cualquier especulación sobre su posible salida del club londinense en un futuro cercano. En declaraciones a 'ESPN' después de la reciente victoria de los 'Blues' sobre el Crystal Palace (1-3) en la Premier League, el nativo de San Martín aseveró: “No sé de dónde salieron esos rumores. Habían hablado en las redes sociales creo... Salgo a desmentir totalmente: no me quiero ir de Chelsea, estoy muy bien acá. Estoy muy bien con mis compañeros, con el cuerpo técnico, con la gente del club".

El exjugador de River Plate que, por cierto, convirtió un muy buen gol ante las 'Águilas', su séptimo tanto de esta campaña, aprovechó la ocasión para subrayar lo querido que se siente en Stamford Bridge y dejó claro que no tiene contemplado un cambio de equipo a corto plazo. "Desde el primer día me trataron de maravillas, estoy muy agradecido. Más allá de lo que pase futbolísticamente, soy un agradecido y estoy feliz en Chelsea. Y seguiré hasta que ellos quieran", concluyó.

Con estas declaraciones, se desvanecen por ahora las posibilidades de ver a Enzo Fernández con la camiseta azulgrana. Además, aunque es un jugador de gran calidad, el FC Barcelona, desde lo que se conoce, no había expresado un interés real en ficharlo y, en caso de que lo hiciera, probablemente pasaría a ser un traspaso complicado. Hay que recordar que Enzo Fernández tiene contrato con el Chelsea hasta 2031 y su valor de mercado, según 'Transfermarkt', es de 80 M€. Igualmente, sería muy posible que el Chelsea pidiera mucho más por un jugador por el que pagaron 121 millones de euros en su momento, convirtiéndolo en la transferencia más costosa de su historia.