La Eurocopa está siendo un torneo en el que se están descubriendo a muchas estrellas por las que los 'grandes' del viejo continente tendrán que pelearse para obtener su ficha. El FC Barcelona es consciente de que salir al mercado es muy complicado, porque primero tiene que liberar su masa salarial para, entre otras cosas, poder hacerle un hueco a Lionel Messi en la plantilla de cara a la próxima temporada cumpliendo con el 'fair play' financiero de LaLiga.

Sin embargo, no es una 'excusa' para estar atento a los grandes talentos del fútbol europeo que han 'explotado' su potencial en el torneo continental, siendo clave pars sus respectivas selecciones. Uno de ellos ha sido Dani Olmo, jugador del RB Leipzig, quien firmó una gran Eurocopa con España y quien fue la gran estrella en el choque ante Italia, en las semifinales, partido en el que sorprendió jugando como falso nueve para desestabilizar a los centrales de la 'squadra azzurra'. 

Su gran rendimiento no fue opacado ni siquiera por el penal que falló. Demstró, en los 120 minutos de juego, que es un futbolista de esos que aparecen una vez por década y por el que merece la pena entrar en guerra. Fue formado en Can Barça y abandonó La Masia en búsqueda de seguir creciendo en un equipo en el que pudiera ser protagonista, más allá del prestigio que suponía formar parte del conjunto azulgrana.

De hecho, eso fue algo que confesó hace uno meses en una carta abierta para 'The Players Tribune', en la que confesó que salir del Barça fue "un paso natural" y que, si se quedaba, "corría el riesgo de perderme en el sistema, de transformarme en un jugador más, sin un camino claro hacia el primer equipo". La 'jugada' le salió muy bien porque terminó siendo clave en el Dinamo Zagreb y lo está siendo, también, en el RB Leipzig. 

Lo cierto es que el de Terrassa es un jugador que gusta a toda Europa y por el que habrá guerra en el mercado de fichajes, a pesar de que está muy cómodo en el RB Leipzig. Se ha destacado en los últimos años por su capacidad de jugar por la banda, izquierda o derecha, potenciando sus inteligentes movimientos, velocidad, regate e impresionante determinación en los últimos metros.

Un jugador ideal

Es un futbolista que gusta a cualquier entrenador (Julian Nagelsmann era su fanático en el Leipzig) por su frescura y ambición, porque es un jugador versátil, peligroso en las transiciones ofensivas y con recursos técnicos. Luis Enrique ya demostró, además, que puede ajustarse a varios sistemas y que puede rendir a la perfección en sus distintos roles en el terreno de juego.