La aventura de Neymar por París parece que está llegando a su fin. Los interminables fracasos en la Champions League, sumado a las lesiones y problemas extradeportivos del jugador han hecho que en la capital francesa hayan llegado a su límite. De hecho, en Francia aseguran que el Paris Saint-Germain ya le ha puesto precio a la salida del jugador para este verano. 

El atacante volvió a hacer de las suyas después de la derrota contra el Bayern Múnich del pasado martes. Solo unas horas después de aquel partido, Ney fue fotografiado jugando al póquer y comiendo hamburguesas como si nada hubiese ocurrido, mientras Kylian Mbappé pedía a sus compañeros prepararse bien, dormir lo necesario y alimentarse de la mejor manera para la revancha en Múnich.

Esta acción parece que ha sido la gota que derramó el vaso. Según informa 'Le Parisien', los galos están buscando colocarlo en el mercado por todos los medios posibles y la información señala que el PSG le ha puesto precio al futbolista y escucharán ofertas a partir del próximo mercado de verano por al menos 60 millones de euros por el traspaso del atacante de ahora 31 años. 

Neymar fue muy cuestionado por la derrota del PSG contra el Bayern y la tensión en el vestuario aumenta con el paso de los días. Desde la capital francesa critican su actitud y la falta de implicación con el equipo y por este, además de otros motivos, Al-Khelaifi habría movido ficha y ya se reunió con el Chelsea para intentar su traspaso, entendiendo que el equipo londinense no tendrá problema en llegar a un acuerdo con Neymar para su nuevo salario.

La relación no da para más

En medio de la tormenta, el entrenador del PSG, Galtier se refirió a lo que hizo Neymar tras la derrota y comentó: “Hablé con él. Le dije lo que pensaba. Se le permite jugar al póquer en su día de recuperación, algo que le encanta. Y le dije lo que pensaba de esta foto. Quedará entre él y yo’’. Pese a que el brasileño suma 17 goles y 16 asistencias esta temporada entre todas las competiciones, su postura ya tiene “harta” a la directiva del PSG, sobre todo al director deportivo, Luis Campos, con quien tuvo una discusión el pasado fin de semana cuando cayeron frente al Mónaco.