Iker Bravo ha roto su silencio en redes sociales tras su cesión con el Real Madrid. El de San Cugat del Vallés formó parte de las categorías inferiores del FC Barcelona, pasando del Fut. Base al Cadete A para luego partir rumbo a Alemania como agente libre tras su negativa de renovar con el club. Después de una campaña alucinante con el Bayer Leverkusen, el delantero ha aterrizado en Valdebebas para vestir la elástica merengue.

“Hoy empieza mi aventura en el Real Madrid. Motivado y responsabilizado por defender estos colores y este escudo. Deseando arrancar una temporada apasionante juntos, Real Madrid”, han sido las palabras que ha puesto en una publicación en su perfil de 'Twitter', dejando claro que su historia como culé ha llegado a su fin.

A sus 17 años, se mantendrá a préstamo en el Castilla a las órdenes de Raúl González Blanco y como recambio inmediato de Juanmi Latasa, que ahora se encuentra militando en el Getafe. Según apunta el diario 'MARCA', su contrato de cesión tiene una opción de compra que oscila los seis millones de euros, un monto asequible siempre y cuando mejore sus números de la campaña pasada.

Con los teutones disputó 19 compromisos para un total de 10 goles y tres asistencias en 1.439' minutos en todas las competiciones, lo que deja un promedio de 75' en cada partido. Su dinámica en varias oportunidades fue del primer equipo, aunque se mantuvo a las órdenes del filial y decidió regresar a España en busca de nuevos desafíos.

Apuesta a futuro

Desde el Alfredo Di Stefano apuntan que es un futbolista con muchos aires de 'crack' y con una actitud determinante. Su potencial le convierte en una apuesta a futuro para el primer equipo a mediano plazo, aunque todavía está en etapa de crecimiento y tiene mucho que demostrar. Este año será clave en su proyección.