En verano de 2017, el FC Barcelona sufrió un duro revés, ya que perdió a Neymar. El Paris Saint-Germain, sobrado de recursos económicos, puso los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión del delantero brasileño para dejar al equipo azulgrana sin la estrella que estaba destinada a ocupar el rol de 'líder' tras la retirada de Leo Messi.

Desde entonces, el FC Barcelona no ha reparado en gastos para reforzar su plantilla con jugadores de primer nivel mundial. El club catalán, ese mismo verano, rastreó el mercado para tratar de encontrarle un sustituto al brasileño, haciendo una inversión descomunal en fichajes. Los primeros que llegaron fueron Ousmane Dembélé (102 millones fijos 40 en variables) y Paulinho (40 millones).

Ese mismo invierno, también llegó el futbolista más caro de la historia del FC Barcelona, Philippe Coutinho (120 millones fijos 40 variables), de la mano de Yerry Mina (11 millones). Unos pocos meses después, el pasado verano, llegaron otros cuatro futbolistas: Lenglet (36 millones), Arthur (31 millones), Malcom (41 millones) y Arturo Vidal (18 millones).

Tras las cesiones de Jeison Murillo y Kevin-Prince Boateng (por un millón cada uno) y de dejar atado a Jean-Clair Todibo para la próxima temporada (gratis, ya que termina contrato), el FC Barcelona oficializó la incorporación en julio de Frenkie de Jong (86 millones fijos 11 en variables), otro galáctico para apuntalar el centro del campo.

En total, el FC Barcelona se ha gastado 533 millones de euros desde que Neymar abandonó el equipo culé, siendo 207 de ellos gastados en invierno. LAs cifras son astronómicas, pero el precio de mercado que han adquirido los cracks obliga al club a rascarse el bolsillo por cada jugador que interese.

El mercado está roto

En el mercado de fichajes dentro del mundo del fútbol, la especulación ha provocado una impresionante inflación de los precios pagados por los traspasos de los jugadores. Esta subida del valor de los jugadores se ha incrementado de forma espectacular en los últimos años, llegando a pagar auténticas barbaridades por los cracks. Coutinho, Dembélé o De Jong son ejemplos de ello.