Hace algunos años que el panorama futbolístico ha cambiado, y las ventajas de los clubes históricos europeos se han reducido en el mercado de fichajes debido a los nuevos ricos del viejo continente. El dinero decanta muchas contrataciones y toca hacerse valer, algo que está intentando el FC Barcelona con una renovación en sus planteamientos.

El potencial económico de la Premier League o del PSG, entre otros, está apartando a los equipos de LaLiga, que buscan vías alternativas para seguir reforzándose. Entre ellas, destaca la que los catalanes han puesto en práctica en los últimos meses, y que este mismo verano ha dado los primeros resultados: Las ventas han superado a la inversión.

El conjunto azulgrana se ha centrado en incidir en su apuesta por la juventud, con ciertas garantías en sus incorporaciones y con posibilidad de ventas en caso de resultados inesperados. Es evidente que esta opción exige un esfuerzo en materia formativa, pero no es un asunto que coja de nuevo a los preparadores del Camp Nou, que ya están acostumbrados a realizar trabajos prometedores en las categorías inferiores.

La idea es reducir los futbolistas contrastados y jugársela con aquellos más prometedores, evaluando su progresión y garantizándose el futuro deportivo y la estabilidad económica en el primer equipo. En materia de sueldo, la que más preocupa a los culés, permite dedicar más a los veteranos y cracks consagrados, incrementando paso a paso el salario a aquellos recién llegados que se lo vayan ganado.

En lo estrictamente futbolístico, la ventaja es similar. Si el joven evoluciona según lo previsto, será carne de primer equipo, y si no, su salida podría dejar una recompensa aceptable en caja. Neymar fue uno de los primeros casos cuando se arriesgó en su llegada desde el Santos, y Marlon o Yerry Mina encarnarían la segunda situación tras un paso más fugaz por la Ciudad Condal.

La Masia, otra clave para el Barça

De una manera similar funcionará una Masia que debe recuperar el paso firme que ya tuvo en un pasado reciente, y que debe nutrir a la primera plantilla de jugadores con conocimiento del estilo y calidad de sobra para ir dando relevo a los mayores. En el otro lado de la balanza, igualmente están los posibles beneficios, porque como no llegan todos, hay que saber recaudar con aquellos que hacen su camino en otros destinos. El Barça no debe quedarse atrás, y cualquier estrategia es buena si acerca más los títulos.