Dos temporadas después de que aterrizara en el Camp Nou como una apuesta de futuro, el FC Barcelona y André Gomes parecen condenados a separarse. El portugués admitió hace algunos meses que no ha sido capaz de escapar de una presión que le impide dar su verdadero nivel, y el club se ha cansado de intentarlo con un futbolista que no ha estado a la altura de las exigencias. Su salida, aun así, va a ser complicada.

Si ya lo era hace unos días, antes de arrancar la gira americana, más lo será después de una lesión que podría tenerle alrededor de dos meses de baja, según las primeras informaciones y a la espera de que llegue a la Ciudad Condal para hacerse más pruebas. Tanto él como Denis Suárez volverán a casa para tratarse de sus problemas musculares, aunque en el caso del gallego podrían resolverse en apenas unas semanas.

Mientras tanto, los catalanes ya buscan soluciones, porque no querían regalar al de Grijó y ahora menguarán aún más las ofertas, que ya no eran excesivamente ilusionantes dada la devaluación que ha sufrido el ex del Valencia. Tiene un sueldo alto que supone un problema para la mayoría de sus pretendientes, y además los culés han puesto el listón alto porque realizaron una inversión importante para su incorporación. Hay tres posibles vías para reaccionar.

Las opciones del Barça con la lesión de André Gomes

Insistir en que se marche este verano

Ernesto Valverde continúa planificando la temporada sin André Gomes en la plantilla, por lo que el Barça podría cerrarse en banda y tratar de colocarle igualmente. Esto supondría, muy probablemente, que tendría que apostar por una cesión o una venta todavía más escasa, algo que, salvo sorpresa, parece poco probable. Otra opción sería que alguna de sus 'novias' decidiera tirar la casa por la ventana, pero esto parece todavía más difícil.

Posponer su salida hasta invierno

La alternativa más lógica podría ser recuperar al centrocampista y buscar salidas para el mercado de invierno. En enero se abriría otra disyuntiva, porque habría que venderle, algo que tampoco parece ideal porque en invierno nadie realiza grandes esfuerzos, o cederle, de manera similar a lo que se hizo con Rafinha Alcántara. Esta sería la vía más interesante a día de hoy, porque dejaría cierto margen de reacción sin complicar tanto a las dos partes, y además optaría a poder revalorizarle.

Esperar un año y volver a intentarlo

La tercera posible solución sería que André Gomes fuera uno más de la plantilla, y que llegado el final del curso 2018-19 se encarara de nuevo su marcha. Este camino no parece malo, pero hay que tener cuenta que si vuelve a jugar poco, las ofertas seguirán cayendo en picado. La pretemporada era el escaparate perfecto y ya no está, y a pesar de que el contrato da algo de aire -acaba en 2021-, el tiempo corre en contra del Barça.