El FC Barcelona tiene deberes pendientes en el mercado de fichajes del verano 2019, pero acertar con la planificación no va a ser nada fácil. Varias negociaciones que los catalanes tenían adelantadas se han complicado con el paso de los meses, lo que ha obligado a modificar la estrategia tanto en el primer equipo como en las categorías inferiores. En el filial, una llegada que estaba encarrilada podría acabar convertida en un desagradable descarte.

No hace demasiado que se anunció que a la Ciudad Condal podía regresar una perla de la Masia, obligada a emigrar hace unos años por la sanción de la FIFA, que supuso un bloqueo a las incorporaciones pero también para algunas promesas, a las que se impidió vestir la elástica azulgrana en partidos oficiales. Takefusa Kubo se vio enredado en esta situación, aunque seguía empeñado en su retorno.

El japonés volvió a su país y empezó a progresar, mientras mantenía el contacto con algunos integrantes de la entidad barcelonista y pensaba en su sueño de triunfar en el Camp Nou. En más de una ocasión visitó las instalaciones del club y se ejercitó junto a sus ex compañeros, lo que abrió la puerta a un preacuerdo con el Tokyo FC para su contratación, que debía hacerse oficial a partir del 4 de junio, el día en el que cumplirá la mayoría de edad.

En estas conversaciones puso de su parte el representante Arturo Canales, que también trabaja con Gerard Piqué, Ivan Rakitic o Samuel Umtiti y trabajaba junto al crack desde el Mundial Sub17 de 2017. Pero ahora, le asesoran Roberto Tsukuda, importante representante en el mercado asiático y Manel Ferrer, que ejerce de colaborador del nipón en españa. 

La entrada en escena de sus nuevos agentes ha complicado su fichaje, hasta el punto de dejarlo prácticamente descartado. Según 'Mundo Deportivo', el Barça reaccionó cuando supo de las reuniones con el Real Madrid o el PSG, pero el asunto ha ido agravándose desde entonces. En uno de sus cuatro encuentros con los representantes de Take, se reclamó un sueldo de estrella (de jugador de Primera División) y una cláusula que asegurara un puesto en el primer equipo, una condición que los culés hace tiempo que no aceptan.

El verano supondrá un examen para el Barça en categorías inferiores

Pese a que se valora su potencial, el Barça no está dispuesto a ceder a exigencias que considera desorbitadas, y tendrá un examen en la ventana estival 2019, evidentemente con la planificación del primer equipo, pero también con la de las categorías inferiores. Este año hay que tomar decisiones importantes con futbolistas como Riqui Puig, Juan Miranda, Abel Ruiz, Oriol Busquets y muchos más, que están llamando a la puerta del fútbol de élite pero necesitan consolidarse para subir este último escalón.