El FC Barcelona tiene planes muy ambiciosos para la temporada 2018-19, y además de algunas incorporaciones, también pretende apuntarse una importante serie de bajas. El problema es que debe equilibrar sus pretensiones con las intenciones de sus futbolistas, y en la citada operación salida hay varios que no están dispuestos a colaborar, al menos, en los negocios.

El conflicto veraniego es bastante lógico, porque el club mira por su intereses y los jugadores también deben procurarse un buen futuro. Esto ha provocado que antes de empezar a negociar haya algunas discrepancias sobre las previsiones relacionadas con las ventas, sobre todo porque hay algunos azulgrana que acaban contrato.

Uno de los casos es el de Munir el Haddadi, que después de un gran año en el Deportivo Alavés quiere volver a intentarlo en el primer equipo culé. Con 14 goles y 7 asistencias en Mendizorroza, el madrileño se siente preparado para asumir el rol de suplente habitual, porque hay algunos competidores que podrían salir y él, mientras tanto, agotará su vinculación y podrá marcharse libre a final de curso.

El delantero prefiere demostrar su compromiso sobre el césped y olvidarse de renovaciones, aunque esto complicará la tarea de un Barça que pretendía ponerle en el mercado. Actualmente, su cláusula de rescisión está fijada en 60 millones de euros, pero resultará difícil alcanzar un buen acuerdo cuando en seis meses podría acordar su llegada a cualquier equipo y a coste cero.

Deulofeu, otro caso como Munir

Exactamente en la misma situación se encuentra un Gerard Deulofeu que salió en enero para marcharse al Watford, y que ahora debe acordar su salida con un Barça que pagó 12 'kilos' para recuperarle. Este es el mínimo para cuajar una operación aceptable, aunque los culés preferirían acercarse a los 20 millones de su cláusula para sacar algo de ventaja en el camino.

El inconveniente es, de nuevo, que para los jugadores es demasiado complicado apostar por una renovación más venta, porque sería beneficioso para el club pero sería jugar a la lotería con su futuro. Prácticamente liberados de contrato es mucho más sencillo escuchar ofertas, porque una vez lejos del Camp Nou, la vida seguirá para todos ellos. El verano será movido.