Hace algunos meses que Karim Adeyemi se mantuvo en la órbita' de varios clubs importantes de LaLiga, entre ellos el Real Madrid y el FC Barcelona. El delantero del Red Bull Salzburg es una de las promesas del fútbol europeo y Joan Laporta tenía presente que podría ser un jugador que encajaría dentro del esquema de Xavi Hernández, por calidad y por juventud. Sin embargo, se terminó comprometiendo con el Borussia Dortmund, quien deberá pagar una suma importante por sus servicios.

Y es que según una información del diario alemán 'Bild', el conjunto austríaco se mantiene firme en sus pretensiones y no evaluará ninguna oferta desde Alemania que no esté por encima de los 42.5 millones de euros. No obstante, los del Signal Iduna Park esperan reducir dicho monto, principalmente porque la pandemia ha dejado en una encrucijada a varios equipos del 'viejo continente'.

Por el momento, parece que desde Austria no tienen planeado disminuir los emolumentos que quieren percibir por su 'joya', ya que saben de su potencial y también conocen el 'juego' de reventa del Dortmund. El conjunto 'amarillo' se ha caracterizado por fichar futbolistas jóvenes para después sacar 'tajada' de su venta a un monto mucho mayor del que pagaron. El próximo caso será, con seguridad, el de Erling Haaland.

Aunque aún está muy lejos de ser una de las 'novelas' del mercado, es cierto que la situación podría complicarse en los próximos meses si ambas instituciones no logran acercar posturas por el precio del '9'. Los medios de comunicación cercanos a estos dos clubes se mantienen pendiente de cualquier eventualidad, pero todo apunta a que el Borussia deberá tirar de chequera para llevarse 'el gato al agua' por Adeyemi.

'Operación Haaland'

Si bien las exigencias del RB Salzburg son elevadas, los germanos deben conseguir un recambio a la salida de Haaland, quien podría abandonar el equipo a final de temporada. En principio, su partida debería dejar como mínimo 75 millones, de los cuales más de la mitad irían a las arcas de los 'toros rojos' por Karim. A pesar de ello, la última palabra la tendrá el ariete noruego, que deberá informar sobre su decisión en el mes de marzo y así dar un margen importante de tiempo a los teutones para organizar su agenda.