Frenkie de Jong tiene, ahora mismo, todo el interés del mercado europeo. La situación económica del FC Barcelona hace que club pudiera aceptar su venta en cualquier momento, lo que ha llamado la atención de dos de los equipos más potentes de Europa. Paris Saint-Germain y Manchester United, por ahora, son los que aguardan muy de cerca la decisión de los culés. 

Los ingleses han preguntado por un posible traspaso en los últimos días y surgieron informaciones que daban el fichaje hecho en un 90%, por unos 80 millones. La entidad francesa, que también ha estado vigilando la situación, al parecer no ha hecho ninguna oferta por el momento. El PSG, que tiene previsto reestructurar todo su proyecto deportivo en el caso de que Mbappé se marche al Madrid, dará salida a varios centrocampistas en verano.

El centro del campo es una zona en la que los parisinos no acaban de acertar con los jugadores, y consideran al neerlandés una pieza de gran valor para seguir creciendo y volver a aspirar al título de la Champions. La venta de De Jong no responde a asuntos estrictamente deportivos, sino a una necesidad económica. El ex del Ajax es el activo más importante de la plantilla y la presencia de su anterior técnico -Ten Hag- en el United, ha acelerado una posible operación para este próximo mercado.

Si el Barça es capaz de ingresar al menos 70 millones, amortizará el fichaje de Frenkie, pero no sólo eso, liberará también un contrato de 11 millones netos, lo que rebajará mucho la presión salarial para la entidad culé. Hay que recordar que el interior ya estuvo en la órbita del PSG en 2019, cuando acabó firmando por el Barça. En aquel entonces, el club parisino presentó una oferta económicamente superior al futbolista, pero el holandés se decantó por el proyecto blaugrana en una tensa negociación.

El jugador se resiste

El mediocampista ha dejado saber, a propios y extraños, que se quiere quedar en Barcelona. Su posición, la cual ha mantenido entre sus compañeros, es de incluso estar buscando una renovación, por lo que los rumores sobre su posible salida le han caído con malestar. "Me encanta estar en Barcelona. Probablemente firmaría una ampliación de contrato por seis años si me lo propusieran, sí”, fueron las más recientes declaraciones del diestro, que además adquirió una nueva casa en la Ciudad Condal.