El FC Barcelona estará enfrentándose al Manchester United en los playoffs de la UEFA Europa League en busca de su clasificación a los octavos de final del torneo, donde el ganador de la llave se medirá a uno de los líderes de grupo. Se trata de un rival complicado en el que figura un jugador que pudo llegar a vestir la camiseta azulgrana unos años atrás, pero que finalmente será uno de los rivales que los culés tengan al frente.

Se trata de Marcus Rashford, quien estuvo cerca de llegar a las filas del Barça. Corría el año 2019 y para entonces la directiva de la entidad catalana se encontraba en búsqueda de un delantero centro que pudiera fungir como recambio de Luis Suárez. Para entonces, el uruguayo contaba con una avanzada edad, por lo que era preciso pensar en un efectivo más joven para refrescar la lista de atacantes, bien fueran extremos o delanteros centro.

Según apunta 'Mundo Deportivo', fueron varios los nombres que empezaron a sonar: Pierre-Emerick Aubameyang, Antoine Griezmann, Luka Jovic y, finalmente, Marcus Rashford. Para entonces, el club contaba con varios informes sobre el internacional inglés e incluso quien fuera el mánager general, Pep Segura, estaba al tanto de que el atacante no estaba convencido de renovar con el United más allá de 2020.

Posteriormente, el Barça actuaría al ponerse en contacto con sus representantes, que querían conocer su oferta. De hecho, ambas partes sostendrían conversaciones hasta en tres oportunidades. No obstante, no habría movimientos muy avanzados ya que el club trabajaba también en el caso de Griezmann, quien seguía al tanto de los ofrecimientos de Josep Maria Bartomeu tras haber descartado a Jovic. Pero sería Rashford quien frustraría la operación.

Los motivos del "no" de Rashford

Justo cuando los representantes y hermanos del atacante inglés tenían decidido que no habría renovación con el United, Rashford comenzó a tener serias dudas. El cambio de Liga, modelo de juego, cultura e idioma fueron algunas de sus principales inquietudes. A ello se sumaría el hecho de que el United doblaría la apuesta y le ofrecería 280.000 euros semanalmente para finalmente convencerle de renovar, anuncio que se produciría al término de la temporada 2018/19.