Los clubes están muy pendientes de la cuenta atrás hacia el mercado de fichajes de invierno, y entre las grandes atracciones de este periodo se ha colocado el futuro de Adrien Rabiot. El de Saint-Maurice debe elegir entre su continuidad en el Parque de los Príncipes y una nueva aventura en otro de los grandes equipos de Europa, y su silencio ha provocado que le lleguen presiones importantes.

El PSG ya le demostró su confianza con una contundente oferta de renovación, que tiene como objetivo atar de una vez por todas su permanencia satisfaciendo, primero en lo económico, sus altas exigencias. Nasser Al-Khelaïfi se puso al frente de las negociaciones para demostrarle que se están tomando muy en serio el asunto, pero también le han dejado claro que si no responde, habrá consecuencias.

Según 'ESPN', a través de Thomas Tuchel, su entrenador, también se le ha deslizado un ultimátum: O extiende su contrato o dejará de ser una pieza clave de la plantilla. Las relaciones entre el francés y el alemán no pasan por su mejor momento pese a que el técnico ha apoyado siempre la opción de retenerle, y si no firma próximamente, el de Krumbach le ha advertido que no jugará.

La amenaza de pasarse los seis meses que le queden de contrato en la grada no ha sido la única, y es que también se rumorea su posible traspaso en enero. Los parisinos bloquearon todas las ofertas en la ventana estival porque contaban con llegar a un entendimiento, pero si se agota el tiempo y la respuesta no es positiva, podrían aprovechar la última oportunidad para sacar algo de rendimiento -por mínimo que sea- a su venta.

Aunque Rabiot está siendo discutido por tanta demora a la hora de confirmar sus intenciones, el joven ha aclarado que no se precipitará tomando una decisión, y más contando que puede ser determinante para lo que le queda de carrera. Habrá que esperar algunas semanas más para saber qué camiseta vestirá Adrien cuando empiece la próxima temporada.

El Barça da un paso a un lado en el fichaje de Rabiot

Mientras el PSG y Rabiot solucionan sus diferencias, el FC Barcelona ha dado un paso a un lado, después de expresar su interés en ficharle pero sabiendo de las posibles represalias de los galos. En los últimos años, los catalanes se han visto salpicados por varios conflictos con los parisinos, y es una tendencia que no quieren que se repita a la espera de saber si podrán contar con un refuerzo para el centro del campo. De momento, hay que tener algo más de paciencia.