Con la salida de Ronald Koeman, el FC Barcelona comenzó el papeleo para sacar a Xavi Hernández del Sharjah FC de los Emiratos Árabes, y darle llegada nuevamente al Camp Nou. El de Terrassa es uno de sus símbolos del club, y todo un referente del buen juego. Con él iniciaría un nuevo proceso de reconstrucción, y el objetivo primordial era un atacante. Ferran Torres y Dani Olmo eran los candidatos, pero la llegada del valenciano era la más accesible en enero. Y así fue.

Según 'Mundo Deportivo', primero se reunió el mismo Xavi con el jugador, y vio en él una personalidad sensata, una actitud dispuesta y un sentimiento que indicaban que 'sudaría' la camiseta en cada partido. Vio un líder. Después se encontró con Joan Laporta, y quedó 'encantado' con lo que el Barça le ofrecía, y cómo un sueño se iba tornando realidad. De regreso a Inglaterra, el ahora ex Manchester City también puso de su parte para poder agilizar el proceso. Habló con Pep Guardiola, su entrenador, quien en múltiples ocasiones ya había dejado claro que ni él, ni el club, iban a retener jugadores en contra de su voluntad. Si bien es cierto que la lesión que sufría el delantero tuvo peso en su salida, ya el trabajo estaba hecho.

Cuando Mateu Alemany decidió reunirse con Ferran Soriano, CEO de los 'citizens', con una oferta de 40 millones de euros sobre la mesa, a los ingleses no les quedó más que escuchar. Los culés iban en serio, y empezaron las verdaderas negociaciones, que además contaban con el "sí" del jugador. El City rebajo su precio inicial de 70 'kilos' y el Barcelona lo subió a 55, y el acuerdo se cerró.

Era obvio que un jugador que ha cumplido para dos personalidades como lo son Luis Enrique y Guardiola tendría el aval de Xavi. La juventud del valenciano no es problema, ya que ha tenido minutos en la élite del fútbol. Ha jugado en la Premier League, en LaLiga con el Valencia y también en la selección española. El Barça sonríe y las sensaciones que deja este fichaje, de momento, son las mejores.

Lo que ofrece Ferran al Camp Nou

Con 21 años, el volante se muestra como una gran pieza ofensiva, con características muy apegadas a la ideología de juego que quiere implantar el míster en Catalunya. Es polivalente, y tiene una capacidad de asociación que podría ser única cuando Pedri y Ansu Fati estén de vuelta. Tiene llegada, velocidad y personalidad, algo que últimamente ha faltado en las filas azulgrana. Las raíces del 'Tiki-taka' podrían volver, y qué mejor que tener al maestro como director de orquesta en el banquillo.