La 'novela' de Erling Haaland llegó a su fin este lunes cuando el Manchester City hizo oficial su fichaje. El futuro del jugador era una de las mayores incógnitas del mundo del fútbol, que especulaban día a día con su próximo destino. Su deseo de salir del Borussia Dortmund era público, y varios equipos aprovecharon esta situación para intentar llevarlo a sus filas. Además de los 'citizens', el Real Madrid, el Bayern de Múnich y el FC Barcelona estuvieron tras los pasos del jugador, con los culés más interesados en él que cualquier otro.

Y es que el noruego era el gran sueño de Joan Laporta, que veía al '9' como el abanderado del equipo durante los próximos años. Desde la salida de Lionel Messi, la vacante de 'estrella' en la plantilla está 'huérfana', y en Can Barça tenían al actual goleador de los 'borussers' como principal candidato para ocupar ese espacio. Su corta edad (21 años) y grandísima proyección encajaba a la perfección con el presente del club, que está lleno de jóvenes promesas con buen futuro. 

El presidente de la institución estuvo obsesionado por meses con el futbolista. En cada aparición pública dejaba claras sus intensiones, lanzando 'guiños' al jugador y 'alimentando' las fantasías de los culés. Sin embargo, la ilusión se fue desinflando con el tiempo. Un discurso que empezó como "continuamos siendo una referencia en el mercado y recuperando el peso en el fútbol mundial y todos los grandes jugadores contemplan la posibilidad de venir al Barça. Todo es posible" terminó en "no pondremos en riesgo la institución con operaciones que, ni que estuviésemos ya saneados, las haríamos". Pese al deseo de 'Jan', ignorar el duro momento que pasan las finanzas del club era perjudicial para el futuro.

La realidad es que la situación económica de la entidad está en un momento delicado, y la operación por el futbolista demandaba el desembolso de una gran inversión que en la Ciudad Condal no se pueden permitir. En el Etihad Stadium abonaron la cantidad de 60 millones de euros para activar la cláusula de rescisión de Haaland, pero sumándole los bonos, la cifra ascenderá a los 100 millones. Además, el delantero ganará alrededor de 465.000 euros a la semana, unos emolumentos que 'devastarían' la escala salarial del club. Por estas razones, el gran deseo de los barcelonistas quedó como un imposible.

Con la 'mira' en otro '9'

Después de renunciar a la contratación de Erling Haaland, desde las oficinas del Camp Nou pusieron la 'mira' en Robert Lewandowski. Sin embargo, su operación también se antoja difícil para el club, ya que desde Múnich no tienen intensión de dejar salir al futbolista y el Barça no puede pagar el monto que exigen los bávaros. Mientras tanto, los catalanes también manejan el nombre de Álvaro Morata, cuyo fichaje si es accesible para la entidad. Quedará por ver que sucede en el futuro.