Frenazo al FC Barcelona en la renovación de Munir El Haddadi

Durante el pasado verano hubo algunos ajustes en la planificación del FC Barcelona, y uno de ellos aseguró la continuidad de Munir El Haddadi en la plantilla para esta campaña. Tras dos cesiones al Valencia y al Deportivo Alavés, el delantero volvió en busca su oportunidad en el Camp Nou, aunque de momento no se ha ajustado al guion que habría previsto el club para certificar su futuro.

Las intenciones de los culés pasan por ofrecer la renovación al madrileño, que acaba contrato en 2019. Esta voluntad debe cumplir una doble función, siendo la primera un estudio de su evolución por si acaba explotando deportivamente (tiene aún 23 años). Además, en caso de que se decidiera separar caminos definitivamente permitiría sacar algún millón por su venta, algo que ahora está imposible porque lo tiene todo de cara para marcharse libre.

El problema es que aún no se ha llegado a un acuerdo, según apuntan algunas informaciones, por consejo de su representante. El futbolista de San Lorenzo de El Escorial sí está por la labor de sentarse y escuchar las propuestas de los catalanes, aunque su agente es el que ha frenado las reuniones y le ha señalado que debe tener paciencia y esperar un tiempo.

Esta estrategia es debida a que manejaría varias ofertas interesantes para la próxima temporada, de algunos equipos que ya le contactaron durante la ventana estival. Sin las ataduras que supone estar vinculado a alguna entidad, el punta podrá en invierno negociar con cualquiera sin ningún impedimento, y si no le convencen sus opciones, también podría volver a hablar con el Barça. 

El Barça debe reaccionar con los contratos

Esta cuestión ha supuesto algún problema para el Barça en los últimos tiempos, y debe remediarla pronto para no tener más disgustos cuando trate de vender jugadores. Aunque en ciertos casos ha sido de utilidad, como en los de Douglas Pereira o Arda Turan, en los que los culés pretenden dejar pasar los meses para no tener que indemnizar a dos piezas a las que pretenden dar de baja, en otros es una importante complicación.

Otro ejemplo a medio plazo es el de Rafinha Alcántara, ya que todavía no es preocupante pero podría alcanzar la misma situación que Munir. A la espera de definir totalmente si este será su último curso como azulgrana o si incluso se podría marchar en enero, su contrato expira en 2020, lo que obliga a estar muy pendiente para no ceder con su devaluación.