Llegó al FC Barcelona como una gran estrella y no logró convencer, pero desde que confirmó su vuelta a Turquía, la carrera de Arda Turan ha ido cuesta abajo y sin frenos. Su trayectoria con el Istambul Basaksehir había sido algo irregular, y el último episodio polémico del futbolista podría haberla sentenciado por completo.

Este jueves la Federación ha confirmado que deberá cumplir 16 partidos de sanción por su expulsión en la última jornada contra el SivassporTras un empate sobre la bocina que truncaba las posibilidades de los suyos de luchar por el título, el centrocampista explotó por una falta no pitada, lo que después de una deliberación le ha costado un castigo ejemplar.

Al de Fatih le han caído 10 encuentros por agarrar, zarandear y empujar al juez de línea, 3 por insultarle y otros 3 por las amenazas que le dedicó, además de la correspondiente multa. Serán 39.000 liras turcas (alrededor de 8.000 euros) lo que deberá abonar tras enfrentarse al linier y también al árbitro principal del duelo.

No es la primera vez que Arda es noticia por sus desafíos a aficionados o periodistas, pero su descontrol en un compromiso oficial le ha costado caro. Habrá que ver si el club decide recurrir para rebajar en la medida de lo posible la sanción, pero observando las imágenes, es una alternativa que parece muy complicada.

El Barça no sabe qué hacer con Arda Turan

Quien también sufrirá las consecuencias del temperamento de Arda Turan es el Barça, que no sabe qué hacer para intentar sacar algo de dinero por su traspaso. La intención con esta cesión era revalorizarle antes de aceptar alguna otra oferta, pero visto lo visto, cada vez hay menos opciones de recuperar parte de la inversión por un jugador que costó cerca de 35 millones de euros.

El turco afronta casi cuatro meses de competición apartado, sumando además su ausencia con la selección, lo que impedirá que muestre que todavía es válido sobre el césped. Además, la polémica le acompaña desde hace tiempo, y hay pocos que quieran apostar por lo que ya se considera una bomba de relojería. Su futuro pinta muy negro.