La normalidad ya es total en la vida de Marc Bartra. Aunque, eso sí, el susto no se lo va a quitar nadie, el central catalán ya ha comenzado a entrenarse con el resto de sus compañeros del Borussia de Dortmund y no parece muy lejana su reaparición sobre los terrenos de juego.

El defensor fue el único futbolista que resultó herido tras el atentado que sufrió el autobús de su equipo el pasado doce de abril, hace ya cuatro semanas. Eso le provocó una herida en la muñeca por la que debió ser intervenido en el hospital.

Pero todo eso ya es pasado y Bartra sólo se centra en echarles una mano a sus compañeros en los tres partidos que restan de Bundesliga. El objetivo prioritario es acabar segundos, posición que tiene a día de hoy el Red Bull Leipzig. 

El ataque al Borussia, terrorismo económico

Según la justicia del país alemán, la persona encargada del ejecutar el atentado habría sido buscando fines lucrativos, o lo que es lo mismo, practicando terrorismo económico. "El fiscal federal ha detenido este viernes, 21 de abril de 2017, a un hombre de nacionalidad ruso-alemana de 28 años, Sergej W. por los agentes del GSG - 9", una unidad de élite. Estos afirman que los fines podrían haber sido financieros y no terroristas.

El mismo Sergej se hospedaba, afirman, en el hotel del conjunto de Dortmund. Desde su ventana tenía unas vistas "maravillosas" para ver todo lo que sucedía con dichas explosiones.

La intención del ruso-alemán era la de lucrarse económicamente de esto. Habría comprado quince mil derechos de venta de acciones del equipo "phosphorite" para, tras el atentado y con la caída masiva de las acciones, sacar dinero de ello. No se especifica cómo.

El detenido se encontraba en el estado de Baden Württemberg. Allí los círculos financieros hicieron saltar las alarmas, quienes advertían sobre un posible blanqueamiento de dinero con esos movimientos. El sospechoso está acusado por intento de asesinato, provocar una detonación con material explosivo y causar lesiones físicas graves.