A pesar de que las tensiones y dolores de cabeza se minimizaron este domingo en los aledaños del Santiago Bernabéu, por el hecho de disputarse el Superclásico lejos de Argentina, dentro del terreno de juego la rivalidad entre los dos clubes históricos de Sudamérica siguió quedando a la vista con algunos gestos de los jugadores, como por ejemplo el 'vacile' de Darío Benedetto a Montiel.

El delantero de Boca Juniors había adelantado a su equipo en el marcador poco antes de la media parte, y como parte de la espectacular celebración junto a todos sus compañeros y parte del banquillo visitante, no se le ocurrió nada más que provocar a Montiel con una mirada penetrante, si es que se le puede llamar así a la expresión que se le dibujó en la cara.

Carne de 'memes', sin lugar a dudas, el gesto de Benedetto a Montiel, que no tardó en dar la vuelta al mundo a través de las redes sociales en muy pocos segundos. Gesto un tanto poco deportivo el del delantero argentino con Gonzalo Montiel, y que posiblemente revele alguna rencilla entre ambos durante el partido, o bien del partido de ida en La Bombonera.

La cuestión es que, después del 2-2 del partido de ida disputado hace ya varias semanas, Darío Benedetto fue el encargado de colocar la ventaja en el marcador para los 'xeneizes', poco antes de que terminaran los primeros 45 minutos en el Santiago Bernabéu.

Benedetto se aprovechó de un error de River Plate

La diana vino precedida de un error de la defensa local. Nández, en campo propio, arriesgó demasiado con un pase en profundidad entre centrales para la carrera de Benedetto. Los defensores  superados con facilidad, y con Maidana en el suelo para intentar cortar el pase, Benedetto superó también a Pinola y definió a la perfección contra la portería de Armani.

De esta manera, además, Darío Benedetto se convirtió en el primer jugador que marca en la ida y vuelta de una final de la Copa Libertadores, desde que en 2010 lo consiguiera Giuliano de Paula, entonces en las filas del Internacional de Porto Alegre. Gol importante por lo tanto para Boca Juniors y también para Darío Benedetto, que nuevamente puso las emociones de todos los argentinos a flor de piel. Y de todo el fútbol internacional, de hecho.