El River Plate-Boca Juniors de este domingo, en el Santiago Bernabéu, parará la capital española y el mundo entero. En Madrid ya se han puesto en marcha todos los dispositivos policiales necesarios para garantizar la máxima seguridad, y de hecho se habrían duplicado dichos dispositivos con respecto a los partidos 'calientes' que se suelen vivir tradicionalmente en el Bernabéu y alrededores.

Los dos clubes legendarios de Argentina se medirán este domingo en la vuelta de la final de la Copa Libertadores, tras el 2-2 del partido de ida en La Bombonera, y lo harán en un Bernabéu que estará a rebosar de almas argentinas, pero también de VIPs de todo el mundo que no se querrán perder el encuentro, entre ellos Leo Messi.

La Bombonera tembló en el vibrante 2-2 de hace unas semanas, y se prevé que lo mismo suceda con el Bernabéu -aunque el objetivo es que haya una mayor tranquilidad-. "El que pierda cargará una cruz de por vida", presagió hace unos días el chileno Marcelo Salas, quien fuera estrella de River Plate en los años 90. Razón no le falta, teniendo en cuenta la rivalidad que se respira entre ambos clubes, comparable a la de Barcelona y Madrid.

El 'Superclásico' de este domingo decidirá qué club accede al paraíso y cuál desciende a los infiernos futbolísticos. River Plate dispone de la posibilidad de rematar la final a doble partido en falso territorio local, tras el 2-2 de la ida, y su entrenador, Marcelo Gallardo, no podrá alinear a Santos Borré por acumulación de tarjetas amarillas. El técnico deberá tomar una decisión sobre el acompañante de Pity Martinez y Lucas Pratto en la delantera.

Por su parte Barros Schelotto, el técnico de los 'xeneizes', tendría también alguna que otra duda encima de la mesa, como la de colocar a dos delanteros puros como son Darío Benedetto y Wanchope Ábila, respetando eso sí el guión del partido de ida.

River Plate saldrá a cuidar el balón e intentar abrir espacios en la defensa de Boca Juniors, y los 'xeneizes' esperarán oportunidades para salir rápido al contragolpe y coger a los 'millonarios' desprovistos en defensa. Un plan de juego que podría cambiar por la tensión y las emociones del momento, pero que sobre el papel no se distanciará mucho de lo vivido en el partido de ida.

El Barça, con varias perlas apuntadas en la agenda

El FC Barcelona, paralelamente, volverá a tener la oportunidad de seguir de cerca, si es que tienen minutos, la actuación de algunos jugadores que interesan en el seno del club azulgrana de cara al mercado de fichajes. Por parte de Boca Juniors gustan Balerdi (19 años) y Almendra (18). Por parte de River Plate, Gonzalo Montiel (21) y Exequiel Palacios (20), aunque este último lo tendría ya hecho con el Real Madrid.

Más allá de los nombres propios y de la atención de los grandes clubes de Europa en dicho encuentro, así como de la afición internacional, lo que se espera es que se viva un gran partido de fútbol y, sobre todo, que no haya incidentes extradeportivos como los que provocaron que el partido tuviera que desplazarse de Argentina a Madrid. Los aficionados deberán comportarse y animar a los suyos sin meterse con los demás. Todo lo que empañe al fútbol, o a la alegría de vivir una final única, estará mal visto. Y volverá a dejar a Argentina en ridículo a los ojos del mundo.