El dominio del Bayern de Múnich en Alemania es aplastante e histórico. El conjunto muniqués se ha coronado como campeón de la Bundesliga por décima vez consecutiva y a falta de tres jornadas para el final de la competición, tras vencer a su eterno rival, el Borussia Dortmund, en el 'Klassiker' del fútbol alemán, en un Allianz Arena repleto y eufórico.
El conjunto dirigido por Julian Nagelsmann ha ganado todas las ensaladeras en los últimos diez años (2011-12, 2012-13, 2013-14, 2014-15, 2015-16, 2016-17, 2017-18, 2018-19, 2019-20, 2020-21 y 2021-22). Es una racha que nadie ha conseguido en las cinco grandes Ligas de Europa. Solo se le ha acercado la Juventus en la Serie A tras sumar nueve 'scudettos' consecutivos entre 2012 y 2020. El récord en toda Europa lo guarda el el Skonto Riga letón y los Lincoln Red Imps de Gibraltar con 14.
El Bayern ha sido campeón en 32 oportunidades contando el trofeo de esta temporada. Cifras inigualables en Alemania que le convierten en el mejor equipo histórico. Este nuevo título llegó con un 'sabor' especial y diferente, puesto lo han ganado tras vencer al Borussia Dortmund en un ajustado 3-1 en el Allianz Arena. Los bávaros habían hecho los deberes en la primera parte, con dos de ventaja, pero los 'borussers' pisaron el pie en el acelerador en la reanudación.
Triunfo sufrido
Sege Gnabry abrió la lata antes del ecuador con un golazo a la salida del córner. El jugador del Bayern la empalmó desde la frontal y la clavó en el área borusser para poner el 1-0. Volvió a repetir hazaña quince minutos después, pero el VAR le anuló el gol por fuera de juego. El alemán aprovechó una mala salida del Dortmund para marcar a placer, pero estaba en posición irreglamentaria.
A los tres minutos respondió el Bayern con un gol de Lewandowski que sí subió al marcador. Los muniqueses invadieron el área rival y el delantero polaco definió sin problemas para aumentar la ventaja, pero en la segunda parte fue otra historia. Emre Can recortó distancias desde el punto penalti tras un derribo a Reinier y luego Neuer se vistió de héroe ante la llegada de Reus, quien se plantó solo ante el guardameta germano. Musiala apareció a falta de poco para el final y sentenció el encuentro.