Parece que el Leicester sigue empeñado en no apearse del sueño de ser campeón de la Premier League. En una salida complicada como siempre es el campo del Crystal Palace, allí donde el Liverpool perdió todas sus opciones hace dos campañas, los de Claudio Ranieri solventaron con solvencia la papeleta. Y lo hicieron con las armas de siempre: lucha, corazón y la magia de Jamie Vardy y Riyad Mahrez.

El centrocampista ofensivo más goleador de la Premier, y que recientemente se ha distinguido como seguidor absoluto del FC Barcelona, sostuvo los sueños de toda una afición que cree en estos hombres. Mahrez aprovechó una asistencia de Vardy para llevar el delirio a la legión de aficionados que les acompañó en el partido de este pasado sábado.

Mahrez se volvió a vestir de estrella y siguió mostrando sus credenciales para que el conjunto azulgrana se fije en él y quiera llevárselo a la ciudad condal la próxima campaña. Mientras tanto, el internacional argelino va sumando goles y asistencias, lleva dieciséis tantos y once pases de gol. Y junto a su hermano de armas Vardy y a un puñado de buenos jugadores como son Kanté, Okazaki, Drinkwater o Huth mantienen el corazón en vilo de toda Inglaterra y media Europa.

Actualmente ya tienen 66 puntos a falta de siete jornadas para que finalice el campeonato. Tottenham y Arsenal, con un partido menos, llevan 58 y 55 puntos respectivamente. Una diferencia considerable que hace creer más que nunca a afición y jugadores. El Leicester está a un paso de hacer lo impensable.