Mesut Özil, uno de los futbolistas más recordados de la 'era Mourinho' en el Real Madrid, deberá trabajar en su futuro durante este mercado de fichajes. Según apunta el diario 'Mundo Deportivo', el Fenerbahçe ha roto su contrato con el alemán y le han despedido de forma definitiva tras ser apartado del primer equipo el pasado mes de marzo por su indisciplina y bajo rendimiento.

De hecho, el centrocampista tuvo una riña por su físico con su anterior técnico, Ismail Kartal, y el aterrizaje del nuevo entrenador portugués Jorge Jesus no ha hecho más que ponerle punto final a su estadía en Estambul. El luso no contaba con el '10' y ha desencadenado su salida pese a que el deseo del jugador era continuar en la disciplina turca hasta el final de su vínculo en 2024.

En una declaraciones recientes, el mediocentro de 33 años dejó claro que su postura pasaba por seguir hasta cumplir con sus objetivos personales. "Estoy realizando un programa especial. No vine a Turquía de vacaciones. Cada vez que sudo nuestro glorioso 'maillot' no tengo otro fin que aportar. Tengo aún objetivos que cumplir con Fenerbahçe y no dejaré el fútbol hasta que los cumpla", afirmó el teutón en una entrevista,

Además, está no ha sido la única vez que se ha pronunciado al respecto, ya que tras la discusión con Kartal también se presentó ante los micrófonos. "Lo repito enfáticamente: no terminaré mi carrera en otro club que no sea Fenerbahçe. Tengo contrato y mi objetivo es sudar y darlo todo por esta camiseta. Es una decisión muy clara y definitiva para mí", apuntaba Özil, quien ahora tendrá que salir por la puerta de atrás.

Un ídolo olvidado

Hace 12 años que Özil se presentó en el Santiago Bernabéu como uno de lo fichajes más importantes de ese verano, pero su paso fue corto y en 2013 'cambió de aires' con dirección a Inglaterra. El Arsenal le fichó por 47 millones de euros y le mantuvo como uno de los pilares de la medular durante casi ocho temporadas hasta que pactó su salida como agente libre en enero de 2021. Ahora, año y medio después, deberá buscarse un nuevo equipo o colgar las botas como lo hizo Jack Wilshere, quien le dijo 'adiós' al fútbol a sus 30 años.