La visita de la Atalanta a la Roma de José Mourinho ha terminado mucho peor que solo una derrota como local. Los romanos cayeron 0-1 ante el conjunto bergamasco, pero también perdió por lesión a Paulo Dybala y Lorenzo Pellegrini, dos de los mejores hombres del técnico portugués, que tampoco pudo terminar el partido en su banquillo.

El argentino, nominado a mejor jugador de la Serie A del pasado mes de agosto, sintió unas molestias en el flexor izquierdo durante el calentamiento y fue sustituido en el once por el serbio Nemanja Matic. Mientras que el capitán 'rossonero' "no quiso salir del campo con 0-1 para ayudar al equipo por un tirón en el flexor", explicó Mourinho una vez finalizado el encuentro.

"Es otro problema. A ver si estos 15 días de parón son suficientes para recuperar a Lorenzo y Paulo", concluyó el portugués, expulsado con roja directa por protestar airadamente la decisión del colegiado, Daniele Chiffi, de no señalar penalti en el área de la Roma tras un forcejeo entre Nicolò Zaniolo y Galeb Okoli. 

En el minuto 57, después de reclamar el posible penalti sobre Zaniolo, el colegiado expulsó al técnico portugués. Y por supuesto no quedó ahí la cosa. Mou siguió con sus protestas e insultos perdiendo los papeles e intentando entrar dentro del terreno de juego hasta que consiguieron frenarlo y llevárselo, algo que seguro le costará más de un partido de suspensión.

Poca acción

En el partido, más allá del sobre salto en el inicio del partido con el duro encontronazo entre Demiral y Musso que obligó a retirarse al guardameta argentino, no ocurrió nada relevante en la primera mitad. Todo cambió hasta que aparecieron los dos jovencísimos del Atalanta en el césped para adelantar a su equipo en prácticamente su única llegada. Hojlund, de 19 años, se escapó por banda para asistir a la frontal para la llegada de Scalvini. El italiano controló y la colocó en la base del poste izquierdo de Rui Patricio para el único tanto del partido.