Para Pep Guardiola el fútbol no es sólo un deporte, es un trabajo y una obsesión, y raro es ver al que fuera entrenador del FC Barcelona desconectando de sus obligaciones como preparador. Aunque se encontraba en el marco de una gala benéfica organizada por la fundación del golfista Rory McIlroy, el de Santpedor no dudó en contestar algunas preguntas sobre el Manchester City en las que se mostró tan exigente como convencido.

Respecto a su primera capaña en el conjunto inglés, con más luces que sombras tras quedarse en blanco y no convencer con su juego, el catalán aseguró que "no creo que nadie la considere una temporada de transición, si no ganas un trofeo, es un desastre".

El técnico hizo gala primero de su autocrítica y después de su convencimiento en su filosofía, ya que rechazó la presión en su segundo año en Manchester tras gastarse una millonada en el mercado de fichajes. "No vamos a empezar la nueva temporada pensando que tenemos que ganar este trofeo o el otro. Hay que tratar de disfrutar del proceso de construcción de un equipo e intentar mejorar cada día", explicó.

Además, también apuntó que lo más importante es la actitud, y que hay otros equipos que también se han reforzado bien. "Lo importante es que los aficionados sepan que cuando salimos al terreno de juego ponemos el corazón, eso es lo que se puede garantizar. ¿Ganar? No. Quieres ganar, por supuesto, pero también lo hacen otros", resolvió Guardiola.

Un aviso ¿para el Barça?

Aunque la charla futbolística entraba dentro de un contexto relativo al Manchester City, las palabras de Pep Guardiola bien pueden ser una advertencia para el que fuera su club, el FC Barcelona.

Años después de su exitosa etapa en el banquillo del Camp Nou, la llama del exito se ha ido apagando, aunque el equipo trabaja para recuperar la gloria que ha cosechado en los últimos años. Para ello cuenta con la ayuda de Ernesto Valverde, que no ha dudado a la hora de trabajar con la plantilla asegurando que respetará las cosas que los jugadores ya hacen a la perfección.