Tras un año de transición en el que logró la vuelta del Manchester United a la Champions, José Mourinho había rechazado el cartel de favorito para todas las competiciones, pero lidera con mano de hierro la Premier League después de sólo dos jornadas. El portugués no perdió el tiempo y se fue a ver a su vecino y máximo rival, el City, que jugaba en el Etihad frente al Everton.

Aunque intentó pasar desapercibido, el técnico de Setúbal llamó enseguida la atención de los aficionados y de las cámaras, enmedio de un seguimiento que realizó junto a sus inseparables colaboradores Rui Faria y Silvino Louro.

Los tres tomaron buena nota de los avances de dos de los aspirantes al liderato de la liga inglesa, aunque el empate a uno que registraron ambos conjuntos benefició a un United que poco a poco se va quedando solo en la cabeza de la tabla.

Una rivalidad lejana

Pero con permiso del vigente campeón, el Chelsea, y algunos contendientes como el Tottenham y el Arsenal, el duelo entre los dos conjuntos de Manchester promete ser uno de los más interesantes de la Premier League. No en vano, los dos adversarios ciudadanos son los que más dinero han invertido para reforzar sus plantillas en el mercado de fichajes.

Además, el enfrentamiento también está servido en los banquillos, en los que dos viejos conocidos volveran a encontrarse luchando por un título, algo que ya hicieron en LaLiga española durante varios años. José Mourinho y Pep Guardiola empiezan su enésima guerra, y, de momento, el portugués ya lleva ventaja.