A mediados del pasado mes de diciembre, el Manchester United anunció el despido de José Mourinho, algo que se veía venir desde hacía mucho por la mala racha de resultados que estaba acumulando el luso en el banquillo. El portugués no supo enderezar el rumbo y fue sustituido por Ole Gunnar Solskjær dejando al equipo lejos del liderato y de los puestos de Champions League.

Su papel fue pobre. Más de 450 millones de euros invertidos y apenas una Community Shield, una Copa de la Liga y una Europa League, un balance demasiado escaso como para permitir que el técnico nacido en Setúbal continuara liderando el banquillo. Y más, cuando su puesto estaba discutido por propios y extraños, ya que sus maneras, generalmente, no eran las adecuadas.

El caso de Paul Pogba fue el más mediático, pero lo cierto es que el luso estaba enfrentado con media plantilla. Discusiones en privado y reproches en público, una situación que fue de mal en peor y que acabó por consumir la confianza que un día le otorgó la directiva. Como suele decirse, es más fácil echar a un entrenador que a todo un vestuario.

El problema para el Manchester United fue la astronómica inversión que tuvo que realizar para poder deshacerse de Mourinho y de todo su equipo. El multimillonario sueldo del 'The Special One' conllevó un finiquito astronómico, cifrado en 22,2 millones de euros, según los medios deportivos británicos.

Para hacernos una idea de lo grande que es dicha cifra, la prensa inglesa ha hecho referencia a un dato demoledor: esos 22,2 millones de euros que cobró Mourinho son cuatro veces más la suma de lo que costaron los despidos de sus antecesores en el banquillo de los 'red devils', David Moyes y Louis Van Gaal.

Mourinho, y sus enfrentamientos

José Mourinho no suele dejar precisamente amigos en los equipos que dirige. El entrenador portugués estuvo enfrentado con medio equipo del Real Madrid cuando recalaba en el Santiago Bernabéu, tal y como pasó en Manchester. Mejor le fue en equipos como el Porto, el Chelsea o el Inter de Milán, aunque los londinenses también le echaron.