El fútbol, al igual que muchas otras industrias en el mundo, se enfrenta a un grave problema de piratería de contenido. Según el medio de comunicación 'Relevo', en España existen actualmente más de 46,000 servidores que transmiten de forma gratuita diversos eventos deportivos. Pero eso no es todo, el referido estudio revela que al menos 1,000,000 de dispositivos contribuyen a propagar esta actividad ilegal.
Ante esta situación, Javier Tebas, presidente de LaLiga, uno de los principales organismos afectados por estos actos ilegales, participó en una conferencia en Valencia para abordar este tema. Durante el evento, el mandatario del ente regente del balompié español expresó su opinión sobre estos sucesos, afirmando: "Sabemos dónde están esos servidores, el nombre del titular, cómo distribuye... Pero no podemos hacer nada porque la legislación todavía no llega, estamos trabajando junto a la Unión Europea y el CSD para que esto termine en febrero de 2024".
"Más barato es un cubata..."
Además, Javier Tebas compartió su punto de vista sobre el precio del fútbol en el país, destacando: "Históricamente, ha sido caro por tener que vincularse a la adquisición de la línea, el teléfono, etc". Aprovechando la oportunidad, hizo un comentario un tanto desafortunado al agregar: "Si lo piensas, sale más o menos por 10 euros al día, más o menos lo que vale un cubata aquí en España y rara vez nos cortamos de salir, y por esa cantidad puedes ver mucho deporte".
No obstante, el nativo de San José en Costa Rica no hizo hincapié en el hecho de que en España, para poder ver todos los partidos de fútbol, se necesita invertir más de 100 euros al mes, lo cual es la tarifa más alta de toda Europa. Por ejemplo, en Inglaterra se requieren 85 €, en Alemania 49 €, en Francia 38 € y en Portugal 25 €. Incluso, según el estudio de 'Relevo', para ver todos los partidos de fútbol en la nación ibérica, se necesita destinar un 8,69% del salario mínimo interprofesional, una cifra que quizás no muchos estén dispuestos a invertir. Lamentablemente, esto lleva a que algunas personas recurran a alternativas ilegales para satisfacer su pasión por el fútbol español.