La temporada 2019-20 todavía está en su fase inicial, pero en la Juventus ya hay lío con Cristiano Ronaldo. El de Madeira tiene que aprender a dosificarse y no lo está llevando bien, aunque a sus 34 años su entrenador piensa en tenerle en plena forma todos los partidos que pueda. En el último compromiso de los piamonteses en la Serie A, saltaron chispas entre Maurizio Sarri y el astro portugués.

Al luso no le gustó nada enfrentarse a la segunda sustitución consecutiva, y su enfado fue bastante evidente. Contra el Lokomotiv de Moscú en la Champions le tocó abandonar el terreno de juego en el minuto 81, y esta vez apenas aguantó 55 antes de ser reclamado desde la banda en el duelo contra el Milan. Se marchó con cara de circunstancias, no pasó por el banquillo y enfiló el camino del vestuario.

Según 'Sky Sports', el punta no volvió para estar con sus compañeros, sino que se fue a casa a tres minutos de la finalización del choque. "No hay ningún problema con él. Es normal que un jugador se enfade cuando es sustituido. Hay que permitir que tenga sus cinco minutos de mosqueo. Estaría más preocupado si no se enfadase", comentó con una mezcla de firmeza y precaución el técnico a en la rueda de prensa posterior.

Sarri justifica sus últimas decisiones con unas pequeñas molestias del delantero en la rodilla. En la competición europea ya advirtió que no quería correr riesgos con uno de sus mejores futbolistas, y aunque no incidió en ello ante los 'rossoneri', todo apunta a que su estrategia continuará centrándose en la protección del ex del Real Madrid. El vestuario aguarda a la próxima reacción del crack si le toca ser cambiado de nuevo.

No se puede decir que el italiano cometiera un error, porque además su apuesta, Paulo Dybala, marcó el gol de la victoria. El de Laguna Larga entró por un Cristiano en baja forma y anotó en el minuto 77, lo que bastó para someter a los lombardos y resistir al frente de la clasificación liguera, una semana más con un punto de ventaja sobre un Inter de Milán que había vencido previamente al Verona.

El declive de Cristiano es difícil de esconder

Aunque sigue siendo uno de los mejores futbolistas del planeta, el declive de Cristiano es difícil de esconder. Su estadísticas siguen siendo meritorias y en 14 encuentros lleva seis goles y dos asistencias, unas cifras dignas pero muy alejadas de sus mejores registros. La 'Gazzetta dello Sport' sostiene que su mosqueo llega porque lleva tres partidos sin marcar y apenas lleva un tanto de penalti en los últimos cinco.