Ha sido un movido verano para Kylian Mbappé, especialmente desde el cierre del mercado estival. Los rumores, que a la postre fueron confirmados por él mismo, sobre su intención de dejar el Paris Saint-Germain, afectaron también su rendimiento más inmediato, y la visión que el vestuario tenía del él. Así lo ha informado L'Équipe.

Aún sin renovar su contrato con el club parisino y a poco menos de 30 días para negociar libremente su futuro, todo parece apuntar que la posibilidad de que alargue su compromiso y permanezca en el equipo galo empieza a ganar peso, lo que genera un gran alivio en el seno de la entidad.

El mencionado diario afirma incluso que la llegada de Lionel Messi podría haber afectado negativamente en él, interpretándolo como una posible falta de protagonismo. La información también apuntaba que Neymar no habría entendido las dudas del joven delantero y su indecisión de querer marcharse.

Este turbio panorama, naturalmente, creó cierto revuelo en el vestuario del PSG, pero como se apunta ahora ya se está disipando. Mbappé está demostrando su compromiso con el equipo parisino, y se está volviendo a erigir como el máximo exponente en ataque, ayudando incluso a sus compañeros. El ataque pasa por sus pies.

Sus números son tan buenos como su actitud y, por el momento, no se habla de su renovación, pero es evidente que es un punto primordial en la agenda de Leonardo. Sea como sea, la premisa será convencer a Mbappé para que permanezca en el PSG por un tiempo prolongado.

Trabajo personal

A Mbappé le ha quedado claro que debe ser parte de un grupo y, como se apunta, es un futbolista al que le gusta entender los engranajes del juego. Por tanto, se ha centrado en comprender el juego del equipo y al tiempo aprovecharlo para mejorar su rendimiento. Lo está consiguiendo y lo ha demostrado.