Inaceptable es el hecho de que un futbolista profesional pierda treinta balones durante un mismo compromiso, desde cualquier punto de vista. Esto fue lo que ocurrió con Neymar Jr este domingo en el estadio Metropolitano de Barranquilla, en el Colombia-Brasil (0-0) por las Eliminatorias Sudamericana rumbo a Catar 2022, en la que la ‘canarinha’ rompió su racha victoriosa de nueve triunfos seguidos.
Dicha cifra resume un arranque de temporada muy deficiente para el que es considerado como uno de los mejores jugadores del mundo, y sucede tanto en el Paris Saint-Germain como en la selección de Brasil. Se va confirmando en cada partido, con número en mano, que juega descentrado y que está muy lejos del rendimiento que un jugador de su calidad tendría que ofrecer.
Por su parte, Tite, seleccionador brasileño, defendió a capa y espada a su máximo baluarte durante la rueda de prensa post-partido: “Neymar jugó bien en un contexto en que estuvo muy bien marcado, a veces con marcajes dobles, también lo hizo a un buen nivel nuestro equipo, creo que tuvimos una participación colectiva relevante", apuntó.
Según el técnico brasileño, el ‘10’ del PSG es "un jugador excepcional, porque hace jugadas excepcionales y no de forma rutinaria", además remarcó que "se trata de un futbolista diferente y conocemos esta condición".
Cuestionado en Francia
Neymar no está rindiendo ni con su selección ni con el PSG. En los siete partidos que ha disputado esta campaña bajo las órdenes de Mauricio Pochettino, solo ha anotado un tanto y ha repartido un par de asistencias. Es decir, solo participó decisivamente en tres de los 25 tantos que ha marcado el equipo parisino-catarí (una incidencia que se reduce al 12%).
Con Brasil, ha disputado tres compromisos completos en las Eliminatorias, en los que ha marcado un gol y repartió una asistencia, solo en el triunfo por 2-0 a Perú. Ante Chile (0-1) y ahora Colombia (0-0) pasó en blanco. Neymar, que este domingo superó a Pelé con 114 internacionalidades con la Canarinha, vuelve a escena el jueves ante Uruguay para silenciar, o acrecentar, las críticas.