El Manchester City tiene probablemente la mejor plantilla del mundo. Pep Guardiola ha confeccionado un plantel espectacular y los 'citizens' tienen a dos futbolistas de nivel en todas sus líneas. Jugadores de la talla de Leroy Sané o Gabriel Jesus son teóricos suplentes, pero en prácticamente todos los equipos de Europa ambos serían indiscutibles.

Con tanto jugador de nivel, en el City los más jóvenes no están teniendo las oportunidades que deberían. Primero fue Brahim Díaz quien decidió abandonar Manchester por su falta de minutos en el primer equipo. El malagueño se marchó al Real Madrid para intentar jugar más de lo que lo hacía con Guardiola.

Tras el español, es Phil Foden quien exige más oportunidades con el City. El centrocampista inglés es una de las grandes perlas del fútbol inglés y cuenta con el respaldo de Guardiola. Pero el de Stockport tiene por delante muchos jugadores y en este comienzo de temporada solo ha jugado diez minutos.

Ahora mismo, se encuentra concentrado con la selección inglesa sub 21, donde brilló ante Turquía en el último encuentro que disputaron los ingleses. Tras su exhibición ante los turcos, donde dio dos asistencias y dejó multitud de detalles de su inmensa calidad, habló con el Daily Mail y le mandó una pulla a su entrenador en el City.

"Lo mismo Guardiola no vio mi partido porque está de vacaciones jugando al golf", dijo el centrocampista. Sus palabras denotan un enfado importante con el técnico catalán por lo poco que le ha sacado al campo en este inicio de campaña. En Inglaterra, prensa y aficionados piden más minutos para él e incluso hablan de que se merecería ir con la absoluta.

Podría convertirse en un problema para Pep

Aunque David Silva, Kevin de Bruyne o Bernardo Silva estén muy por delante de él ahora mismo, es cierto que Foden se merecería haber jugado algo más. El inglés tiene un talento extraordinario y con su edad debe seguir creciendo año a año. Este verano, la Roma o el Rangers se interesaron por hacerse con él cedido, pero el canterano no quiso salir. Pep podría haberle prometido minutos que de momento no ha tenido. La situación todavía parece reconducible, pero con el carácter de Guardiola un pulso como este podría terminar convirtiéndose en un problema mucho mayor.